Donald Trump se robó el show en el Mundial de Clubes y también una medalla (video)

La final del Mundial de Clubes celebrada hace unas semanas no sólo quedó en la memoria por el triunfo del Chelsea, sino por la inesperada y polémica participación del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien se convirtió en uno de los protagonistas del evento, eclipsando incluso la celebración del equipo campeón.

Durante la ceremonia de premiación en el MetLife Stadium de Nueva Jersey, Trump subió al escenario junto a los jugadores del Chelsea, se quedó en el festejo con el trofeo y posó para las cámaras como si fuera parte del plantel.

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Sin embargo, lo que más revuelo causó fue un video filtrado recientemente, en el que se observa al mandatario tomando discretamente una de las medallas y guardándola en el bolsillo de su traje. La grabación rápidamente se hizo viral en redes sociales, especialmente en X.

Lo que llamó aún más la atención fue la reacción de Gianni Infantino, presidente de la FIFA, quien al percatarse del gesto de Trump, simplemente le respondió con un pulgar arriba, como si aprobara la acción.

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Medios internacionales como The Independent replicaron la noticia, mientras que usuarios en redes sociales ironizaron sobre el momento, señalando que Trump parecía más entusiasmado que los propios jugadores del Chelsea.

Por si fuera poco, en una entrevista posterior al encuentro, Trump aseguró que Infantino le “regaló” el trofeo de campeón y que este se encuentra ahora mismo en la Oficina Oval. Aunque no está claro si se trata de la copa original o de una réplica, el comentario volvió a encender la polémica.

A un año del arranque del Mundial 2026, que será organizado por México, Canadá y Estados Unidos, crecen las dudas entre aficionados y expertos sobre el papel que podría jugar Trump en un evento de tal magnitud, especialmente si se mantiene como una figura central en el poder o en la escena política.

Lo que era una celebración para Chelsea y sus seguidores terminó por convertirse en un espectáculo inesperado, con Trump adueñándose, literalmente, de parte del protagonismo y los premios del torneo.