La asombrosa evolución de las Panteras de Carolina
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La temporada pasada el equipo de Charlotte, que disputará el domingo la Super Bowl, sumó más derrotas que triunfos
La NFL emociona, en parte, porque cada temporada es imprevisible. Y los Panteras de Carolina son prueba de ello. La temporada pasada perdieron más partidos que ganaron. Este año han firmado la mejor temporada de su historia con 15 victorias y sólo una derrota, y el domingo pelearán por conseguir la Super Bowl, el mítico título nacional de la liga de fútbol americano.
Los Carolina Panthers, con sede en el Bank of America Stadium de la ciudad de Charlotte (Carolina del Norte), son uno de los equipos más jóvenes de la NFL. Su primera temporada fue en 1995, y en 1996 ya consiguieron llegar a los playoffs de la liga. En 2003, los de Carolina se plantaron en la Super Bowl por primera vez en su historia, pero los Patriots de Nueva Inglaterra les derrotaron por la mínima, 32-29. En total, los Panthers han llegado a los playoffs en siete ocasiones. Desde 2013, lo han logrado todos los años.
Este año es especial para los Panthers. Con el mejor ataque de la liga, poseen la garra, la potencia, y el dinamismo de un equipo ofensivo. ¿El responsable? Cam Newton. El quarterback negro del equipo de Carolina ya es leyenda. Probablemente el MVP de la liga (se sabrá el sábado), Newton combina la visión de juego de Iniesta con el portento físico de Cristiano Ronaldo. Igual hace un pase de 30 metros, que penetra la defensa rival con el balón en mano, desechando a cualquier jugador que le intente parar.
Pero todo buen ataque comienza por una buena defensa. La de los Panthers es la sexta mejor de liga y lo ha demostrado a lo largo de la temporada. Luke Kuechly, con 118 placajes en la temporada, se encarga de dirigir la defensa de Carolina. El rendimiento de Kuechly y sus compañeros en la línea defensiva ha jugado un papel fundamental en el éxito del equipo. Hace dos semanas en la semifinal consiguieron interceptar los pases de los Arizona Cardinals y aniquilar la creatividad de su quarterback. Según opinan algunos analistas, quizás sea la mejor defensa la que determine el campeón de la liga este año.
También es una temporada especial por la cantidad de novatos en la Super Bowl en el conjunto de los Panthers. Aunque la edad media de los jugadores es una de las más altas de la liga, sólo ocho jugadores, de los 53 que tiene la plantilla, han jugado la Super Bowl en su carrera. De los 20 entrenadores, 11 han vivido la experiencia Super Bowl, y sólo siete conocen la victoria liguera. Las ganas entre los miembros de los Carolina Panthers por conquistar el trofeo nacional no podrían ser mayores.
Para el entrenador de los Panthers, Ron Rivera, de origen latino, también será una experiencia relativamente nueva. En sus 19 años de carrera profesional, sólo ha participado en una Super Bowl como entrenador y perdió (2006, Chicago Bears). Con altos y bajos, Rivera ha llevado a los Panthers a lo más alto desde su llegada en 2011. A sus 54 años, es un hombre tranquilo y pacífico; le gusta reflexionar en la banda y no celebrar efusivamente, como hacen otros entrenadores. Como buen ex-militar, su filosofía de juego se basa en el orden, la rigurosidad y el énfasis en la condición física de los jugadores. Rivera ha sabido maximizar el potencial de sus jugadores y sacar a la luz nuevas promesas, como Cam Newton, que ha florecido desde que llegó el entrenador.
El domingo, en Santa Clara (California), los Panthers saltarán al terreno de juego para disputar el partido más importante de la temporada. Las estadísticas indican que tienen serias opciones de ganar; han sido el mejor equipo de la temporada. Pero la Super Bowl es otro mundo. No valdrán sólo las estadísticas. Los Patriots de Nueva Inglaterra lo saben bien: en 2007 tras realizar una “temporada perfecta” -- 16 victorias, ninguna derrota -- los Giants de Nueva York les amargaron el año, arrebantándoles el título liguero.
Por Nicolás Alonso / El País