Phil Mickelson gana el PGA Championship, además es el golfista más veterano en ganar un major
COMPARTIR
Mickelson ya era una leyenda contemporánea de este deporte, pero este domingo realzó su figura
Phil Mickelson conoce todas las lecciones del deportista ejemplar: el hambre de gloria jamás desaparece, el instinto de superación es un mandato, el amor por competir se lleva bien adentro.
A los 50 años consiguió un hito en el golf, que puede hacerse extensivo al deporte en general: ganó el PGA Championship y se transformó en el jugador más longevo en obtener un torneo grande. Después de varias décadas cayó el récord de Julius Boros, que fue capaz de adjudicarse el mismo certamen en 1968 con 48 años y 4 meses de edad.
“Quiero ser capaz de sostener la concentración y mantenerme en el presente” se había jurado Mickelson antes de la última vuelta en Kiawah Island.
Fiel a esa premisa, mentalizado cada minuto, alzó el trofeo Wanamaker a orillas del océano Atlántico luego de una vuelta final de 73 (+1) y un total de 282 (-6), a dos de distancia de su compatriota Brooks Koepka y del sudafricano Louis Oosthuizen.
Pero esos números son secundarios al lado de la estadística que lo consolida entre los más grandes de la historia: se quedó con el sexto major de su carrera e igualó la línea de Nick Faldo y Lee Trevino.
En esa nómina de gigantes que encabeza Jack Nicklaus (18) y secunda Tiger Woods (15), ahora ingresó entre los mejores 12 de los grandes campeones de todos los tiempos.
Mickelson ya era una leyenda contemporánea de este deporte, pero este domingo realzó su figura.
Aun cuando empezó a hacerse un nombre en el PGA Tour, siempre quedaba bajo la sombra de Tiger Woods y cargó con la cruz durante varios años de no poder triunfar en majors. Era invariablemente “el Nº 2”, pero también protagonista clave de toda una generación. Finalmente, después de muchos intentos, festejó en el Masters 2004 y luego sumó otros dos sacos verdes (2006 y 2010), más el PGA Championship 2005 y el Open 2013. Solo tuvo la deuda del US Open, pero a esas alturas ya había ingresado hacía rato en el Salón de la Fama.
“Es una sensación increíble, espero que otros encuentren la inspiración en este triunfo. Es difícil mantenerte físicamente, pero vale la pena. Amo este juego del golf y el desafío de competir con otros jugadores”, señaló en la ceremonia de premiación, mientras que los fans acompañaba cada una de sus frases con aplausos.
Mimado por el público a cada paso, carismático y mágico en cada campo, desde 2013 hasta 2018 padeció un vacío de títulos. Entró en crisis. Sin embargo, se reinventó: recuperó distancia, elasticidad, focalización, bajó de peso y volvió a triunfar en 2019. De pronto, se encontró siendo un cincuentón; jugó en el Champions Tour y triunfó dos veces en 2020 en ese circuito. Y este domingo volvió a emocionar, arrastrando a toda esa gente que se volvió loca a sus espaldas, una masa humana que lo vivó y deseó su victoria al grito de “¡Phil!, ¡Phil!, ¡Phil!”.