Guillermo Ortiz cobra sueldazo en Banorte; piden que se vaya
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Muchos accionistas han pedido ya la renuncia de Ortiz. Consideran que Ortiz Martínez pretendió atribuciones de más, en el grupo financiero
El altísimo sueldo que cobra desde hace tiempo Guillermo Ortiz Martínez en Grupo Financiero Banorte tiene muy enojado a los accionistas.
La salida de Ortiz de la presidencia del Consejo de Administración de Grupo Financiero Banorte es inminente.
Muchos accionistas han pedido ya la renuncia de Ortiz. Consideran que Ortiz Martínez pretendió atribuciones de más, en el grupo financiero.
Increíblemente aseguraran que nadie en el grupo sabía cuánto ganaba, más allá de los dos centenarios que se le autorizaban por cada junta de Consejo.
Desde que tomó el puesto en febrero de 2011 se ha embolsado alrededor de 73.1 millones de pesos. Hay un contrato autorizado por Luis Gerardo Valdés Manzano, apoderado del grupo, donde se consigna que Ortiz gana mensualmente 1.7 millones de pesos.
Ortiz también puede recibir un ingreso hasta por 30 meses de honorarios (otros 51 millones de pesos) en caso de que coadyuve a la creación de nuevos negocios que reporten utilidades extraordinarias, señala una cláusula del convenio.
A la firma del contrato, Ortiz recibió un paquete de 250 mil acciones. Hay un vínculo contractual por cinco años.
Las molestias son varias, y la mayor se dio en abril pasado cuando Ortiz buscó pegarle a las facultades de Alejandro Valenzuela, quien es actualmente el director general del Grupo Financiero, donde presentó el proyecto "Fortalecimiento del Gobierno Corporativo", del que Grupo REFORMA tiene copia.
El documento desató la molestia de los principales accionistas, entre ellos, fondos internacionales y los herederos del fallecido empresario Roberto González Barrera, de acuerdo con las fuentes consultadas.
Grupo Financiero Banorte es una de las instituciones bancarias y financieras con mayor tradición en México, y después de que falleciera Roberto González Barrera tanto Guillermo Ortiz como Valenzuela, han sido los encargados de comandar el grupo.
Antes de votar la propuesta de Ortiz Martínez el pasado 29 de abril, la asamblea pidió asesoría legal y de paso que la misma fuera consultada por autoridades de la Secretaria de Hacienda y de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
Los resultados llegaron en julio y no fueron bien recibidos por el presidente del Consejo de Administración del Grupo Financiero.
En la propuesta de Ortiz, éste encabezaría un Consejo Ejecutivo Estratégico, mismo que al final del camino podía destituir a Valenzuela, quien era su ex vocero en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Lo cierto es que el enojo de los accionistas va hasta por el sueldo que percibe Ortiz, pues ellos no estaban enterados de los millones que cobraba.
Para aderezar el conflicto en la cúpula de Banorte, algunos accionistas han acusado que Ortiz ha ocultado el tamaño de sus honorarios.
La eventual salida de Ortiz ha generado tal preocupación que, según las fuentes consultadas, el propio Valenzuela, acompañado por Rafael Arana, director de Administración y Finanzas, hará esta semana una gira por Europa para informar a inversionistas institucionales sobre esta situación.
La salida de Ortiz, no tendría ningún impacto material en las operaciones o la visión estratégica del grupo. No impactaría en los resultados de la compañía, ni a inversionistas internacionales, ésta no depende de este tipo de situaciones, ya que la entidad ya no es un negocio familiar al tener cerca de 80% de las acciones en manos de fondos de inversión privados, nacionales e internacionales, consideran especialistas.
El grupo financiero posee sólidos fundamentales que podrían amortiguar cambios al interior del grupo, ya que por un lado, el grupo financiero es el tercer banco en México en depósitos y préstamos, y el número 1 en créditos gubernamentales.
Entre muchos, a tomar el cargo, saltan nombres para sustituirlo, se habla de Everardo Elizondo y Herminio Blanco, o de algún miembro de la familia González.