En ‘bache’, pláticas para una solución a la huelga automotriz en Estados Unidos

La huelga contra Los Tres Grandes de Detroit cumplió cuatro días este lunes y no muestra señales de avances, por lo que ante la amenaza de que el paro se extienda, la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, dijo que espera una resolución rápida y que es demasiado pronto para evaluar el impacto de la huelga.

En una señal del potencial económico y político de una huelga prolongada, el presidente Joe Biden enviará a dos altos funcionarios de su Gobierno a Detroit esta semana para reunirse con ambas partes. Biden se puso del lado del sindicato United Auto Workers (UAW) en breves comentarios públicos, diciendo que los fabricantes no han compartido de manera justa sus ganancias récord.

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“Esta es nuestra batalla. Nuestros miembros están ahí a cargo de las protestas”, dijo Shawn Fain, presidente del UAW, en MSNBC. “Esta batalla no se trata del Presidente ni se trata del expresidente”.

En lugar de lanzar una huelga total con sus 146 mil miembros, el sindicato optó por concentrarse en tres fábricas -una en cada automotriz- un plan que podría hacer que el fondo de huelga de 825 millones de dólares del sindicato dure más.

Ante la falta de acuerdos para aumentar el salario de los trabajadores afiliados al sindicato (que representa a más de 150 mil trabajadores), el UAW podría extender la huelga a otras plantas del país, dependiendo de cómo avancen las negociaciones, señalan.

El sindicato reclama una subida salarial del 46% en cuatro años, la instauración de nuevo de pensiones tradicionales, la reducción de la jornada laboral y la sindicalización de los trabajadores de las fábricas de producción de baterías.

FUERTES PÉRDIDAS

La huelga iniciada por el United Auto Workers (UAW), en Estados Unidos, ocasionaría a Ford y GM una pérdida estimada de entre 100 y 125 millones de dólares a la semana en ingresos, de acuerdo con estimaciones de la firma internacional Goldman Sachs.

El viernes 15 de septiembre el UAW paralizó la producción de las plantas clave de Missouri de GM, la planta de camionetas medianas de Ford en Michigan y la operación de Jeep de Stellantis en Ohio. De acuerdo con la firma, las plantas objetivo de esta huelga cuentan con más de 13 mil trabajadores y producen más de 14 mil vehículos a la semana.

Los cálculos de Goldman Sachs derivan de un análisis de los ingresos y volumen de producción de vehículos de estas dos armadoras, mientras que las de Stellantis, otra de las armadoras afectadas, no fueron consideradas en este reporte.

EFECTOS EN MÉXICO

“Esperamos que se llegue a una pronta solución para beneficio de la industria y la región”, dijo en un breve posicionamiento la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).

El organismo señaló que el sector automotor mantiene una “fuerte integración” regional a lo largo de la cadena de valor, pero que de “momento” es “difícil” calcular los impactos que el paro de la industria estadounidense pueda tener para las fábricas mexicanas.

Recordó que la importancia de la industria automotriz para México radica en que representa casi el 4% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional y el 20.5% del PIB manufacturero, más que ningún otro sector.

Además, México también es proveedor de piezas, por lo que la Industria Nacional de Autopartes (INA) estimó que la huelga causará una pérdida de 76 millones de dólares ante la caída de la producción durante los primeros siete días.

A su vez, la Canacintra apuntó que uno de cada 10 empleos en la frontera norte de México está en peligro por la histórica huelga contra las grandes automotrices en Estados Unidos.

Thor Salayandía Lara, vicepresidente de Maquiladora y Franjas Fronterizas de la Canacintra, dijo que a lo largo de la frontera norte de México la industria automotriz tiene un gran peso al representar cerca del 10 % del empleo formal, según datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Con información de medios