Entre piratería y caza de ofertas compran útiles escolares
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Cambian patrones de consumo en la búsqueda de los mejores precios; ganan terreno productos chinos
Entre piratería, investigación de precios y largos recorridos en busca del mejor lugar para realizar las compras, miles de padres de familia hicieron hasta lo imposible para adquirir las listas de útiles escolares sugeridas por el Gobierno para el regreso a clases.
Para que los presupuestos no se conviertan en un gasto imposible, los compradores investigaron precios antes de decidir el lugar donde harán sus compras. Un sondeo de Analytics & Insights de Google entre 500 personas reveló que el 62% investigó precios y disponibilidad de productos. Haciendo lupa a los resultados, destaca que un 36% consultó hasta un mes antes del retorno a las aulas, y el 25% una semana previa.
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Paola Ibarra, propietaria de una papelería, considera que si hace unos años surtir las listas completas de útiles escolares con un descuento del 10% en la compra era un atractivo para los consumidores, ahora sólo adquieren en el negocio los productos por pieza o cuando tienen un componente novedoso.
“Los papás que tienen más de un hijo buscan cómo gastar menos para cumplir con las listas. Hay quienes lo van comprando antes. Vienen y preguntan precio, y lo que hacemos es no subirlos para que regresen si lo encuentran más caro”, dice.
Tal como lo hacen ya muchos negocios, en su local ofrece servicios como forrar libros y cuadernos, que además le da la oportunidad de vender plásticos, forros, papel lustre y las etiquetas de identificación.
’SE VAN POR LO CHINO’
Para Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC), la oferta de productos asiáticos se convierte en una alternativa para compradores y vendedores dado su menor costo frente a las mercancías que se venden en otros puntos de venta, como supermercados o tiendas especializadas.
“Los productos chinos, de contrabando, están 70% más baratos aunque la durabilidad de estos productos no es la misma que la de los productos regulares. Pero la gente termina estando ahí porque no trae suficiente solvencia y logra salir del compromiso para que el niño llegue el lunes a clases con todos los útiles. Y el vendedor, gobernado por el comprador, va por lo chino”, explica Rivera.
“El consumidor se adaptó a comprar en diferentes canales para buscar la mejor propuesta de valor en cada uno de estos canales, entonces nos hemos preparado como con tener la mejor oferta promocional para poder ayudar en términos de economía para para la familia”, dice por su parte Paula Griglione, directora general de BIC México y Ecuador.
Cuauhtémoc Rivera, de ANPEC, comenta que el gasto en útiles escolares para los alumnos de nivel básico tiene un promedio de mil 600 pesos, cifra a la que se suman 3 mil 600 en uniformes y mil 600 en zapatos y tenis, más lo que se añade por las cuotas escolares. Con este panorama, los pequeños comercios estiman un avance de 50% en las ventas, aunque aún se ubicarían por debajo de los niveles previos a la pandemia.
Paula Griglione refiere que la demanda para el regreso a clases se registra de julio a septiembre, aunque es en las semanas previas y posteriores al regreso a clases que se siente un pico en las ventas.
“Va a haber alzas en la categoría de papelería de un dígito, porque el año anterior la categoría ya había demostrado mucho dinamismo y recuperación respecto a los niveles prepandemia. Va seguir creciendo, pero no al mismo ritmo de 2021”, concluye.
Con información de medios