Nearshoring: oportunidad de México para competir en el mercado internacional
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A finales de 2022, informó que había más de 400 empresas interesadas en establecerse en México
La relocalización o nearshoring es la estrategia con la que una empresa pretende mover parte de su producción para estar más cerca de los centros de consumo final, algo que actualmente representa una ventana de oportunidad para México.
Con este modelo, se estima que el país podrá tener ganancias adicionales significativas en las exportaciones no petroleras durante los próximos cinco años. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) estima que México podría atraer alrededor de 35 mil millones de dólares por la relocalización.
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Gracias a la cercanía que tiene con Estados Unidos, uno de los principales socios comerciales junto con Canadá por el T-MEC, México cuenta con cadenas de producción y logística bien establecidas con el vecino del norte, además de compartir husos horarios, una ventaja que las empresas e inversionistas toman en cuenta para decidir donde ubicar sus centros de producción.
El Grupo Financiero Banorte considera que el proceso de relocalización de empresas hacia países más cercanos a los centros de consumo final beneficiará a México, no sólo por su ubicación geográfica, sino también por sus costos de producción y mano de obra calificada.
El banco mencionó que está preparado para apoyar a los gobiernos locales y a las grandes, medianas y pequeñas empresas a construir la infraestructura que requieren para aprovechar la cadena de oportunidad que va a generar el nearshoring.
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De acuerdo con el análisis denominado “Zoom Nearshoring” del grupo financiero Banorte, considera que México podría obtener ganancias de 168 mil mdd y señala que los sectores industriales que cuentan con el mayor potencial de crecimiento debido al nearshoring en un plazo de 3 a 5 años son el agropecuario y agroindustria, químicos y plásticos, ropa y accesorios, metales básicos, aparatos eléctricos y electrónicos, farmacéuticos y dispositivos médicos, transportes automotriz y aeroespacial, muebles y juguetes.
A finales de 2022, la secretaria de Economía, Raquel Buenrostro, informó que había más de 400 empresas interesadas en establecerse en México.
Ejemplo de ello, es la llegada de Tesla a México donde la búsqueda de automatización no sólo presionará a la industria automotriz, sino también a los Centros de Datos y a las redes de telecomunicaciones.
Para la electrificación de autos también se requerirá la instalación de una mayor cantidad de cargadores, y con la ayuda de dichos Centros de Datos se podrá recopilar información de los lugares en donde ya existen este tipo de sitios para hacer más eficiente la red.
También las fábricas dedicadas a la manufactura de piezas de autos, conforme se desarrolle la fabricación de autos eléctricos de Tesla y de otras compañías automotrices como BMW, quien anunció una inversión por 800 millones de euros en la planta que tiene en San Luis Potosí, donde ensamblará autos eléctricos. Otras firmas que requerirán automatizar sus procesos son General Motors, Volkswagen y Ford.
“Tesla empezará con autos eléctricos, pero estos vehículos también pueden manejarse de forma autónoma, pero para lograrlo se requiere de una conectividad muy alta y, al final, toda esa comunicación de información pasa a un Centro de Datos que se vuelve el corazón de ida y venida de la información de las empresas como Tesla”, explica Jorge Bleizeffer, gerente comercial de zona norte, occidente y pacífico de Panduit México.