Pemex sabía de mala situación de empresa de fertilizantes y aún así pagó 11 mil mdp por ella, revela la ASF

Dinero
/ 21 febrero 2018

La dependencia pagó más de lo que había anunciado por Grupo Fertinal, una empresa en quiebra, con costos irrecuperables y que no produjo lo prometido en el negocio fallido de fertilizantes, confirmó la Auditoría Superior de la Federación

La iniciativa de Pemex para “reactivar” la industria nacional de fertilizantes resultó un fracaso, pues compró (por más de 11 mil millones de pesos), empresas en quiebra, con costos irrecuperables y que no produjeron lo prometido, pese a que la dependencia tuvo conocimiento de la situación negativa en la que se encontraban, de acuerdo con una revisión de la Auditoría Superior de la Federación (ASF).

En 2014, Petróleos Mexicanos anunció varias medidas para aumentar la producción de fertilizantes, con el objetivo de incrementar la oferta de producción nacional y sustituir importaciones, así como eliminar costos. Para ello adquirió a las empresas Grupo Fertinal, S.A. de C.V. y subsidiarias (GP FER) y a ProAgro (Agro Nitrogenados, adquirida en 2014), las cuales se sumarían a la capacidad de producción de la planta de amoniaco de Cosoleacaque, Veracruz.

Sin embargo, la ASF resolvió que Pemex adquirió un negocio que no era rentable, pues compró complejos industriales no vinculados directamente con su objetivo, “en condiciones desfavorables, con costos de reparación irrecuperables y bajo supuestas sinergias que no se han alcanzado”. 

En enero de 2017, Animal Político publicó que además de esta inversión millonaria, sólo en el periodo enero-septiembre del 2016, la unidad de negocios de Pemex Fertilizantes registró una pérdida de 334 millones 288 mil pesos.

La auditoría determinó hacer cinco recomendaciones y dos promociones de responsabilidad administrativa sancionatoria tras revisar los contratos por los cuales se adquirió a dichas empresas.

Grupo Fertinal, una inversión más cara que lo que dijo Pemex

El primer señalamiento de la ASF es la autorización para comprar esta compañía, pues aunque Pemex dijo haberla comprado por 255 millones de dólares —4 mil 692 millones de pesos, según el tipo de cambio vigente en ese entonces—, un despacho externo determinó que la compra se realizó con una inversión de 635 millones de dólares mediante financiamiento, y que Pemex Petroquímica calculó además un monto de inversión de 315 millones de dólares solo para restituir la mecánica de los equipos, pues presentaban daños por el uso y con un diseño original de décadas anteriores, por lo cual algunos equipos son obsoletos y las refacciones están descontinuadas en el mercado, detalla la auditoría 514-DE “Cadena de Producción Amoniaco-Fertilizantes”.

La expectativa era que las “sinergias financieras y operativas” revalorizarían a la empresa y habría una mejora en términos crediticios para Pemex, pero de seis sinergias sólo dos se cumplieron y en cuatro el cumplimiento fue parcial, pues el planteamiento original no era “viable”, según la ASF.

El informe fiscalizador también señala que Pemex Fertilizantes Pacífico determinó la inversión en su compañía subsidiaria con base en la pérdida neta del año por 41 millones 846 mil dólares y no con la pérdida integral de 2016 por más de 565 millones 748 mil dólares.

En su momento, la dependencia afirmó: “La adquisición no compromete inversión de capital ni tampoco le resta techo de financiamiento a Pemex, ya que toma ventaja de las condiciones de financiamiento a las que se tiene acceso”.

Los funcionarios que intervinieron en la auditoría son el director de área, Jesús Caloca Moreno y el director general de la filial de Pemex, Rubén Medina Estrada.

La auditoría solicitó a la unidad responsable de Pemex hacer una investigación y, en su caso, iniciar un procedimiento administrativo por las irregularidades de los servidores públicos por el daño de más de 11 mil millones de pesos que generó esta compra.

Los documentos que presentó Pemex para justificar la compra tanto de Agro Nitrogenados como de Fertinal están clasificados por 12 años bajo el argumento de que ambos son una operación de negocios. Hasta ahora, no existen datos que justifiquen qué llevó a Pemex a invertir en este mal negocio.

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