Riesgos de inflación y depreciación del peso se extenderán a 2018, afirman analistas
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La expectativa de una mayor inflación puede traducirse en incrementos de la tasa de interés de referencia del Banco de México
Ciudad de México. Los riesgos de una mayor inflación y depreciación del tipo de cambio no serán temporales” y se mantiene la probabilidad de que se extiendan a 2018, cuando será renovada la Presidencia de la República, anticiparon analistas financieros.
“Para este año, las presiones de depreciación del tipo de cambio no han terminado”, a la vez que los precios de la energía en México –gasolinas, diesel y gas-- se ajustarán en función de las referencias internacionales, comentó Guillermo Aboumrad, director de estrategia de Finamex Casa de Bolsa.
Entre las presiones al tipo de cambio que continuarán este año y posiblemente en 2018, destacan, añadió el especialista, la incertidumbre asociada a las políticas del presidente de Estados Unidos Donald Trump respecto a la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), la política de migración y la intención de construir un muro en la frontera común, que pudieran alargarse en caso de que se decida ir por la renegociación del tratado.
En segundo término, dijo, está el calendario electoral que empieza este año con las elecciones a gobernador del estado de México, Nayarit y Coahuila y culmina con la elección presidencial en junio de 2018.
“Los riesgos para la inflación y para el tipo de cambio no serán temporales y posiblemente se extiendan hasta 2018 por las razones que vamos a argumentar más adelante”, consideró Aboumrad. La expectativa de una mayor inflación puede traducirse en incrementos de la tasa de interés de referencia del Banco de México, actualmente en 5.75 por ciento, a un rango de entre 7 y 7.5 por ciento. Estas tasas determinan el costo de los préstamos a las empresas o el de las tarjetas de crédito.
Los riesgos
La continua depreciación del peso mexicano, de 20 por ciento en el último año, podría generar que se incremente el traspaso del tipo de cambio a los precios, lo que provocaría mayores presiones en el nivel de precios en el futuro, comentó por su parte Alejandro Saldaña, analista de Ve por Más.
Un segundo riesgo para la inflación tiene que ver con el costo de los energéticos: conforme se vayan conociendo los nuevos ajustes en el precio de las gasolinas y estos se vayan liberando, probablemente se observarán incrementos ante la recuperación en el precio del petróleo y las gasolinas en mercados internacionales, comentó. De igual forma, los pronósticos apuntan a una recuperación en precio del gas natural, por lo que este incremento también podría trasladarse al consumidor a lo largo del año.
También existen riesgos al alza en los productos agropecuarios debido a que parte de los insumos son importados (maíz de engorda) y debido a que el alza en los combustibles representaría un incremento en los costos de producción, dijo. No obstante, es difícil definir una tendencia clara debido a la naturaleza volátil en los precios de estos productos, acotó.
No fue sorpresa
La inflación de 1.50 por ciento en la primera quincena de enero “no fue una sorpresa”, dado que “se reconoce el mayor impacto del precio de las gasolinas”, comentó Alberto Gómez Alcalá, director corporativo y de estudios económicos de Citibanamex.
Lo que ocurrió con la medición de inflación es que el indicador reflejó el alza en el precio de combustibles y no que esté ocurriendo un incremento generalizado de precios, añadió.
“Fundamentalmente (hubo) un impacto muy fuerte en un precio muy importante, es decir, no es generalizado y no es continuo, pero la manera en la que se mide la inflación hace que se registre ese escalón, pero no es una línea ascendente continúa, gradual, ni en todos lo precios”, comentó.