Viviendas se adaptan a necesidades de recién casados: Gustavo Tomé
Después de la pandemia, las prioridades de las personas cambiaron
En un escenario de incertidumbre y crisis económica, adquirir una vivienda parece no ser una opción viable para muchas personas, principalmente para aquellas que están empezando a formar su nuevo hogar. Para atender esta situación, la industria inmobiliaria está empujando una tendencia de vivienda específica para este grupo de individuos, que consiste en la construcción de edificios destinados a la renta donde se puede generar comunidad.
“La gente no quiere, o simplemente no puede darse el lujo de adquirir un compromiso de una hipoteca por 20 años cuando su futuro es incierto. Este grupo de personas prefiere alquilar espacios que no generen un peso importante en su economía y que, además, les permitan convivir con individuos con intereses en común”, señala Gustavo Tomé, especialista en la industria inmobiliaria.
El también presidente del Consejo de Fibra Plus, la primera FIBRA de México que compite a través del desarrollo inmobiliario, agrega que este nicho de mercado está formado por personas ligeramente mayores, con más dinero -pero consciente de sus finanzas personales-, que se interesan por tener su espacio y privacidad, aunque están en búsqueda de un sentido de comunidad.
Una alternativa de vivienda en aumento
Después de la pandemia, las prioridades de las personas cambiaron. Gustavo Tomé explica que a la gente le quedó claro que la vida puede tener giros inesperados, “lo que hoy es un empleo fijo mañana quizá se convierta en un trabajo remoto o hasta en desempleo”, menciona el experto en la industria inmobiliaria.
Por esta razón, Gustavo Tomé refiere que para las parejas recién formadas -un sector que regularmente entre en el dilema de comprar o rentar una propiedad- han encontrado en los espacios de coliving el lugar ideal para no adquirir obligaciones a largo plazo que quebranten sus finanzas, pues aseguran que ya vendrá la oportunidad de establecerse en algún lugar.
Además, ¿qué pasa si el día de mañana encuentran empleo en Alemania o Tokio? Pues el no comprar una vivienda les permite tener acceso a otro tipo de oportunidades, las cuales serían imposible pensar cuando, por ejemplo, se adquiere una hipoteca. “Por ahora, probar nuevos estilos de vida es atractivo para estas parejas recién formadas, las cuales empatan más con la renta de residencias”, dice el experto en la industria inmobiliaria.
En este sentido, el coliving se está convirtiendo en una alternativa de vivienda que responde a las necesidades de estas personas que, pese a todo, buscan pertenecer a una comunidad, vivir en ella y compartir experiencias con gente con la que tienen experiencias, gustos y necesidades en común.
De acuerdo con Gustavo Tomé, este tipo de viviendas con áreas comunes compartidas, pero que ofrecen la privacidad de un dormitorio y espacios personales, generan ahorros de hasta un 35% en concepto de renta en comparación con departamentos independientes como los que estamos acostumbrados.
Estamos viendo como crece un nuevo modelo inmobiliario, el cual produce una alta rentabilidad en el sector, pero que aún tiene varios retos a vencer. El experto en la industria inmobiliaria explica que la clave está en construir espacios cada vez más tecnológicos, afines a las necesidades de las parejas recién formadas, que permitan la integración y, sobre todo, que se encuentren cerca de ciudades que tengan un atractivo interesante para sus habitantes.
“Mientras los ingresos de las familias se sigan viendo mermados por la situación económica, espacios como el coliving van a continuar creciendo. Es cuestión de tiempo para presenciar el auge de esta nueva forma de vida”, concluye Gustavo Tomé.