VANGUARDIA, en la hemeroteca del Archivo Municipal de Saltillo desde el año 1975
El 4 de octubre de 1975 Vanguardia imprimió su edición número uno. Desde entonces, cada uno de sus ejemplares se encuentran disponibles en el Archivo Municipal de Saltillo (AMS).
La hemeroteca local, ubicada en el cruce de las calles Leona Vicario y Benito Juárez, en la Zona Centro, resguarda publicaciones de más de 160 mil ejemplares de periódicos y 40 mil revistas; cifra con corte al año 2022.
El periódico de mayor antigüedad que se puede encontrar en el AMS tiene 202 años y se trata del Niles Weekly Register, editado en Baltimore, Estados Unidos, con fecha de marzo de 1822.
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El departamento localizado justo en la entrada del Archivo, y al que cualquier ciudadano puede acudir para explorar los periódicos y revistas, también conserva ediciones nacionales como la revista Proceso, de la cual se conserva desde su primera impresión.
En el inventario se tienen contempladas revistas provenientes de 21 países diferentes, y asimismo, existe un apartado donde se clasifican los Periódicos Oficiales y Diarios de toda la República desde 1999 hasta la actualidad.
En lo que a lo local se refiere, el AMS tiene publicaciones de periódicos extintos, tales como:“El Sol del Norte”, “El Heraldo de Saltillo”, “El Independiente” y “Palabra”.
Entre los vigentes destacan Zócalo Saltillo, El Diario de Coahuila y por supuesto Vanguardia, siendo este el de mayor antigüedad y tradición en la Región Sureste de Coahuila.
LAS PRIMERAS PÁGINAS
Hoy, 49 años después de la fundación de Vanguardia, en las calles de Saltillo circula el ejemplar con el número 17 mil 407. La esencia, la misma que desde el inicio.
El 4 de octubre de 1975, Armando Castilla Sánchez fundó Periódico Vanguardia con la idea no solo de informar, sino de hacer de Saltillo un mejor lugar para vivir a través del periodismo.
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Ese día sábado, en la portada del ejemplar #1 se dedicó un texto explicando la razón de ser del medio, su objetivo y sus ideales. Entre ellos, ser portavoz de las y los coahuilenses, ser un espacio de interés público y un medio en constante innovación, rindiendo honor a su nombre.
“Es éste el primer número de un diario que aspira a describir fielmente el panorama de la vida nuestra y a representar el interés de la comunidad. (...) Nuestras páginas, abiertas a todo lo que tienda a la defensa del interés común, no admitirán nada que pueda vulnerar ese interés o atentar en cualquier forma contra la dignidad de las personas”.
Junto al texto editorial de seis párrafos, la portada se acompañó de una fotografía de la fachada de la Catedral de Saltillo, como uno de los inmuebles más representativos de la capital. Aquella primera edición se conformó de 20 páginas, distribuidas en tres secciones.
En lo que a información se refiere, se abordaron temas como trabajos en la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro, demandas para aumentos de salarios mínimos y el nuevo sistema que buscó implementar el Instituto Mexcano del Seguro Social.
En el apartado de la columna, también llevada en portada, el actual cronista de la ciudad, Armando Fuentes Aguirre “Catón”, refirió su salida del periódico El Heraldo agradeciendo al director del mismo, Francisco de la Peña Dávila, por sus enseñanzas.
Ahí mismo, “Catón” confirma su “fichaje” al periódico cuyo eslogan en ese momento era: “El Periódico Grande”.
En la sección de AVISOS, de todo tipo. Que si carpinteros, empleadas domésticas (en esa época llamadas “sirvientas”), meseros, almacenistas.
Sobre ventas, maquinarias, clóset, caracolas, muebles, automóviles. Hablamos de que en ese tiempo se publicaban cerca de 150 avisos clasificados.
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En ese entonces, el Cine Olimpia (antes de que volviera pornográfico), el Cine Saltillo, Cine Royal y Cinelena, acaparaban las carteleras con funciones como “Vanessa”, “La Matanza del Alamein”, “Chanco en el foso de las serpientes” y con las tradicionales funciones de matinée.
Refiriéndonos a la sección de deportes, los Halcones de Saltillo se encontraban disputando torneo de futbol en la categoría de Segunda División de México. Desde entonces, y aún desde antes, la capital ha soñado con tener un equipo de Primera División.
Son muchas razones y otros tantos los intentos que se han realizado para que eso ocurra, que dicho caso amerita otro texto completo.
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Retomando las primeras páginas de Vanguardia, las felicitaciones formaron parte de las planas. Café Tena, Pedro Meléndez (vendedor de máquinas de escribir, calculadoras y muebles de oficina), Clemente Zapata e Hijos (distribuidores de periódicos y revista) y Aeroméxico, fueron algunos de los negocios que se sumaron a los aplausos por la apertura de este periódico.
Esa edición se vendió a 1 peso.
A casi medio siglo de distancia, Vanguardia le ha dado a la ciudad parte de su historia documentando y dejando en papel hechos inéditos, cambios de gobierno, triunfos de saltillenses, desarrollo y crecimiento, curiosidades e incluso ha revivido parte del pasado de Saltillo contándolo a los lectores.
Ese es el fin de esta sección, Historias de Saltillo, formando parte de Vanguardia.