¿Qué fue de Boriska Kipriyanovich, el “Niño de Marte”?... Revelan su advertencia para la humanidad

En 2007, el mundo conoció el caso de Boriska Kipriyanovich, un niño ruso que aseguraba provenir del planeta Marte. Lo apodaron “el Niño de Marte” por sus declaraciones asombrosas: decía haber sido piloto de la fuerza aérea marciana y haber reencarnado en la Tierra tras una guerra nuclear en su planeta natal.

Nacido en 1996, Boriska llamó la atención desde pequeño por su inteligencia fuera de lo común. Según su madre, a los dos años ya sabía leer, y a los tres mantenía conversaciones sobre el universo, las galaxias y los sistemas planetarios. Su conocimiento sobre astrofísica y astronomía avanzada desconcertó incluso a los científicos que lo entrevistaron.

LA HISTORIA DEL NIÑO QUE DIJO VENIR DE MARTE

A los 11 años, Boriska comenzó a contar que había vivido en Marte en una civilización avanzada que sufrió una catástrofe nuclear. En su relato, los marcianos medían hasta tres metros, respiraban dióxido de carbono y habitaban estructuras megalíticas protegidas por campos energéticos.

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Decía recordar misiones espaciales a otros mundos y a un continente perdido llamado Lemuria, destruido hace miles de años. Según él, muchos marcianos sobrevivieron reencarnando en cuerpos humanos, por lo que actualmente viven en la Tierra ocultando su identidad.

Boriska afirmaba que su propósito era advertir a los humanos sobre el camino de autodestrucción que estaban siguiendo, principalmente por el mal uso de la energía nuclear.

UNA ADVERTENCIA PARA LA HUMANIDAD

En una de sus entrevistas más recordadas, Boriska lanzó una advertencia que aún resuena entre quienes lo siguen:“La vida humana cambiará cuando se abra la Esfinge de Egipto. Tiene un mecanismo oculto detrás de la oreja. Cuando se active, revelará información crucial sobre la humanidad”.

Sus declaraciones, consideradas por muchos como delirantes, fueron seguidas por predicciones y conocimientos científicos que con el paso de los años comenzaron a llamar la atención. Habló de partículas espaciales, movimientos planetarios y campos magnéticos con una precisión que hoy se relaciona con conceptos modernos de la astrofísica.

Aunque nunca se comprobó su origen extraterrestre, varias de sus afirmaciones se alinearon con descubrimientos posteriores, lo que ha mantenido viva la fascinación por su caso.

EL NIÑO ÍNDIGO Y SU MISTERIOSA DESAPARICIÓN

Boriska se describía a sí mismo como un niño índigo, un término pseudocientífico que alude a niños con habilidades psíquicas o espirituales superiores. Afirmaba que no era el único “ser especial” en el planeta, sino que otros extraterrestres también reencarnaron en humanos con el mismo propósito de guiar a la humanidad.

Sin embargo, con el paso de los años, Boriska desapareció del ojo público. Según el Proyecto Camelot, un grupo que documentó sus declaraciones, el joven explicó ecuaciones astrofísicas complejas que hoy se utilizan como base en investigaciones científicas.

Desde hace más de una década, no hay rastros confirmados de su paradero. Las únicas fotografías recientes que circulan en redes sociales muestran a un joven que se asemeja a él, pero ninguna ha sido verificada. Algunos rumores aseguran que vive oculto en una ciudad rusa, mientras que otros sugieren que el gobierno lo mantiene bajo custodia por la información que podría poseer.

¿GENIO, MITO O MENSAJERO DE OTRO MUNDO?

El caso de Boriska ha dividido opiniones. Para los científicos escépticos, se trata de un niño con una memoria prodigiosa y una gran imaginación, capaz de absorber información compleja a temprana edad. Sin embargo, para los creyentes en la vida extraterrestre, él representa una prueba viviente de reencarnación interplanetaria.

Sus relatos sobre Marte, las guerras espaciales y los secretos de la Esfinge han inspirado documentales, foros y teorías sobre contacto extraterrestre. Incluso algunos investigadores espirituales aseguran que Boriska cumplió parte de su misión al sembrar conciencia sobre la autodestrucción humana.

DATOS CURIOSOS

• Boriska Kipriyanovich nació en Volgogrado, Rusia, en 1996.

• Desde los tres años mostraba interés por la astronomía y los planetas.

• Aseguraba que los marcianos respiraban dióxido de carbono y usaban tecnología antigravedad.

• Predijo que la Esfinge de Egipto esconde secretos que transformarán la historia humana.

• Fue estudiado por psicólogos y científicos rusos, quienes concluyeron que tenía un coeficiente intelectual superior al promedio.

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A casi dos décadas de sus primeras declaraciones, Boriska Kipriyanovich sigue siendo un enigma. ¿Fue un niño superdotado o realmente un mensajero del espacio? Su advertencia sobre la autodestrucción de la humanidad y su misteriosa desaparición mantienen viva la curiosidad global.

Mientras la ciencia busca respuestas, su historia continúa alimentando la pregunta que ha fascinado a la humanidad durante siglos: ¿estamos solos en el universo, o algunos de nosotros ya vinimos de otro planeta?