Range Rover Evoque, eficiencia distinguida
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A medida que ha ido madurando su éxito comercial, el fabricante ha ido acompasando la excelente aceptación del mercado con pautadas mejoras en todos los campos
Madrid, España.- Hablamos del Range Rover Evoque, uno de los mayores éxitos del fabricante británico de vehículos todoterreno y SUV, que como tal es una referencia para el resto de los fabricantes especialistas en la materia o de aquellos que se han visto obligados a incorporarse a la tendencia SUV del mercado para no quedarse desmarcados.
El protagonista de esta prueba dinámica ha sido remozado en 2014, una circunstancia aprovechada por el fabricante para incorporar la transmisión automática de nueve velocidades desarrollado por el especialista alemán ZF, actual líder mundial en transmisiones automáticas avanzadas
Esta nueva caja de nueve relaciones ha sido asociada al motor 2.2 litros de 190 caballos, a la espera de la llegada de los nuevos motores diesel de la familia 'Ingenium' de 2.0 litros ya desarrollados por Jaguar Land Rover, cuya cualidad anunciada es la drástica reducción del consumo sin variar la actual potencia del 2.2, un veterano propulsor de procedencia Ford que ha cumplido con honores a bordo de varios modelos de Jarguar y Land Rover.
Con la llegada de estos nuevos motores 'Ingenium', el Range Rover Evoque va a experimentar una nueva evolución, en la segunda mitad de 2015, principalmente estética, ya que cambia considerablemente el frontal y la parte trasera.
Hasta tanto, la novedad de la transmisión de nueve relaciones concentra la atención sobre el actual Evoque, que así ha reducido el consumo del motor 2.2, que hasta ahora, asociado a la caja automática anterior de 6 relaciones, figuraba con un consumo homologado de 6,4 litros, que ahora queda reducido a 5,8 litros.
Poco más de medio litro de ahorro. Puede que parezca poco, pero se trata de algo más de un 14 % de reducción que se va a notar a medida que hacen más kilómetros.
A esta bondad se suma un mejor escalonamiento de las relaciones de cambio y un mayor desahogo del motor en la octava y novena velocidad, cuya función principal es la de llevar el motor a la carga más baja posible para reducir el consumo y mejorar, de paso, el confort acústico.
El motor 2.2, un clásico en los últimos tiempos de la marca, fue actualizado con la llegada del Evoque para rendir una mayor potencia, una curva de par más amplia, un menor nivel de ruido y una reducción del consumo y de las emisiones.
El trabajo de ingeniería llevó a que una gran parte de las piezas fuera renovada en su totalidad o modificada, de modo que un 60 % del conjunto recibió esas mejoras.
El trabajo más evidente para un conductor fue el realizado en el campo acústico y vibratorio. La reducción de estos parámetros se logró mediante un bloque del motor de doble pared, dos ejes de equilibrado, inyección de bajo ruido, menores fricciones en algunos elementos, un nuevo sistema EGR para una reducción de las emisiones de gases, y componentes más ligeros.
El resultado final es que el ruido, las vibraciones y las percepciones de aspereza de las anteriores versiones de este motor, ya utilizado en el Freelander, se redujeron notablemente. Era obligado lograrlo por la condición de gama alta del modelo.
El motor ha vuelto a mejorar, pero esta vez con la asociación a la caja automática de nueve velocidades, capaz de mantener regímenes muy bajos en los desarrollos más largos, con la consiguiente reducción del nivel de ruido, ahora más intenso el aerodinámico.
Con esta caja, el consumo obtenido en la prueba dinámica ha sido algo inferior al que en su momento arrojó con la transmisión automática de seis relaciones, de modo que el promedio se ha situado por debajo de los 8 litros, lo que no está nada mal para un todocamino de estas características.
Aunque motor y nueva caja tiene mucho que ver en este contenido consumo, un reducido peso del modelo, a pesar de su arquitectura, contribuye al logro que sitúa la masa del Evoque en poco más de 1.600 kilogramos, muy poco más que una berlina media bien equipada.
Land Rover ha aplicado en el Evoque criterios de construcción ligera en toda la carrocería y el chasis, mediante la utilización de aceros al boro de gran rigidez en las zonas de mayor carga; polímeros en las aletas delanteras y del portón, aluminio para el capó, techo y suspensión, y magnesio en la estructura del salpicadero.
Para aumentar la eficiencia energética, el fabricante también ha trabajado en las denominadas pérdidas parasitarias, como la utilización de la dirección de asistencia eléctrica o la incorporación de neumáticos de baja resistencia al rozamiento, además de la utilización de aire acondicionado sin embrague o una menor resistencia aerodinámica.
El Evoque ha sido construido sobre un bastidor monocasco, lo cual hace posible un rendimiento dinámico muy cercano al de un turismo y mantener una gran capacidad todoterreno, requisito indispensable para un producto de esta marca, porque este coche, fuera del asfalto, se comporta con la eficiencia de un Land Rover.
Lo hace, en gran medida, a través de la tecnología Terrain Response, ahora muy extendida entre los fabricantes de SUV de alto nivel. El sistema combina las respuestas del motor, la caja de cambios, el diferencial Haldex, los frenos y el control dinámico de estabilidad (DSC), para adaptar y optimizar la conducción a las necesidades del momento, sea dentro o fuera del asfalto.
El Terrain Response facilita mucho la vida a un conductor que con él ya no necesita el paso por una escuela todoterreno para saber cómo actúa este coche fuera del asfalto, aunque siempre es aconsejable pasar por ellas para conocer el potencial de nuestro vehículo, siempre y cuando se piense en una utilización 'off road' del Evoque, lo cual no es el caso para la mayoría de sus compradores que ciñen al asfalto su vida cotidiana.
El sistema en el Evoque ofrece cuatro modalidades para adaptarse a cuatro terrenos diferentes, que son seleccionables a través de un control en la consola central: General (en carretera y todo terreno fácil); Hierba / Gravilla / Nieve (condiciones resbaladizas, dentro y fuera de carretera), Barro, Baches y Arena, y, por último, un ajuste dinámico adicional que está disponible en los coches que llevan la Adaptative Dynamics (suspensión adaptativa).
Para optimizar la seguridad y control en las pendientes, el Evoque dispone del Control de Descenso en Pendientes (HDC) y del Control para la Salida en Pendiente (GRC). El cometido del HDC es mantener reducida automáticamente la velocidad de descenso, mientras el GRC, relacionado con el HDC, libera progresivamente los frenos en las pendientes muy pronunciadas o más progresivas, para tener un máximo control.
El Evoque, con todo este paquete de ayudas electrónicas, rinde cualidades dinámicas parecidas a las de los Range Rover grandes, especialmente en los que se refiere a las salidas al campo.
No obstante, lo mejor del Evoque está sobre el asfalto, con un rodadura muy firme, sin apenas diferencias a como lo hace un turismo, a pesar de un mayor volumen de carrocería y altura.
El ruido a bordo proveniente del motor es realmente reducido y es algo más pronunciado el generado por el coche contra el aire del frontal de vehículo y, especialmente, de sus grandes retrovisores.
En curva y sobre asfalto, el Evoque es un turismo más en el que hay que tener presente la altura de la carrocería y en las mayores que ello genera en los apoyos.
La carrocería se mantiene firme y no genera inclinaciones respecto al suelo. Es muy deportivo en este aspecto.
La potencia de frenada, siempre una preocupación a bordo de un todocamino por el desplazamiento de masas hacia la parte delantera, deja de serlo cuando se realiza la primera detención fuerte.
Las pistas son el mejor ambiente 'off road' para el Evoque. Aguanta firme sobre superficies muy rotas y bacheadas, con una excelente absorción de las irregularidades del terreno.
El Evoque puede desenvolverse en situaciones de media dificultad, en las que hay que tener en cuenta que habitualmente el Evoque calza neumáticos de asfalto
Con una longitud que corresponde a la de un turismo compacto, el Evoque no deja indiferente a nadie. El diseño de este "mini" Range encandila de forma abrumadora, aunque a la hora de conducirlo presenta algunos inconvenientes debidos a una línea de cintura exageradamente elevada en la parte trasera que merma visibilidad.
Precisamente esa línea de cintura es la que define la personalidad del Evoque, al igual que su característico frontal y la trasera amurallada.
El Evoque tiene su propia firma lumínica con unas luces de día que forman una figura rápidamente reconocible que va a ser variada en la renovación del año-modelo para 2016, aunque sus primeras entregas van a realizar en la segunda mitad de 2014.
El estilo interior también es inconfundible, en línea con el diseño de formas rectas de la marca. El aspecto es limpio y ordenado.
Los asientos delanteros son confortables, al igual que los traseros, aunque por esa elevada cintura se siente agobio. Se tiene la sensación de estar encajonado.
En la gama, la versión de carrocería de cinco puertas tiene 30 milímetros más de altura de techo que la de tres puertas o coupé, condicionados por la instalación de las puertas traseras.Â
El Range Rover Evoque se ubica en un segmento de mercado muy concurrido y en crecimiento en número de socios y en ventas, aunque en su nivel, en la cúspide, apenas tiene competencia, situándose como uno de los modelos aspiracionales del comprador de vehículos todocamino.
Hasta no hace mucho, el Evoque era la referencia del segmento, pero desde 2014, un recién llegado, el Porsche Macan, ha apeado del trono al británico.
CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS:
Longitud 4,355 m. / 4.365 m. (Dynamic).
Anchura 1,965 m.
Altura 1,605 m.
Distancia entre ejes 2,660 m.
Ancho de vía delantera 1,559 m.
Ancho de vía trasera 1,605 m.
Chasis Monocasco de acero.
Peso 1.685 kg.
Coeficiente aerodinámico 0,35.
Capacidad depósito 60 l.
Capacidad maletero 550 l.
Posición del motor Delanterotransversal.
Cilindros 4 en línea (16 válvulas).
Cilindrada 2.179 c.c.
Alimentación Inyección directa por "common rail", turbo de geometría variable e intercambiador de calor.
Potencia 190 CV a 3.500 rpm.
Par máximo 420 Nm a 2.200 rpm.
Transmisión Automática de 9 velocidades.
Velocidad máxima 195 km/h.
Aceleración 0-100 8,5 s.
Emisiones CO2 153 g/km.
Impuesto de matriculación 4,75 %.
Consumo mixto 5,8 l.
Dirección Asistencia eléctrica con sistema Servotronic.
Diámetro de giro 11,3 m.
Frenos delanteros Discos ventilados (300 mm).
Frenos traseros Discos sólidos (302 mm).
Suspensión delantera MacPherson con brazo inferior de control y barra estabilizadora.
Suspensión trasera Amortiguador con tirantes lateral y longitudinal y barra estabilizadora.
Tracción Total permanente con diferencial Haldex en eje trasero.
Neumáticos 235/55 R 19.
Equipamiento de serie Antibloqueo (ABS), reparto de frenada (EBD), luces y frenado de emergencia (EBL) y (EBA), frenado en curva (CBC), control de estabilidad (DSC), control antivuelco (RSC), control de tracción (TCS), estabilidad de remolque (TSA), descenso de pendientes (HDC) y salida en pendiente (GRC), y control de par motor (EDC).
Precio 54,000 dólares.
DESTACADOS:
++ El fabricante ha incorporado la transmisión automática de nueve velocidades desarrollado por el especialista alemán ZF, actual líder mundial en transmisiones automáticas avanzadas.
++ El consumo obtenido en la prueba dinámica ha sido algo inferior al que en su momento arrojó con la transmisión automática de seis relaciones, de modo que el promedio se ha situado por debajo de los 8 litros, lo que no está nada mal para un todocamino de estas características.
++ Land Rover ha aplicado en el Evoque criterios de construcción ligera en toda la carrocería y el chasis, mediante la utilización de aceros al boro de gran rigidez en las zonas de mayor carga.
Por Fernando A. Marqués/EFE-Reportajes