Admite EU implicaciones del narcotráfico en México
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WASHINGTON.- La presidencia de Joe Biden está de acuerdo con la de Andrés Manuel López Obrador: la fórmula contra el narcotráfico no es hacer una guerra en las calles, porque eso no funciona. Ni detener a capos que fácilmente se reemplazan. La iniciativa Mérida está rebasada y hay que revisar a fondo la relación en seguridad, reconociendo la dificultad de Estados Unidos de controlar el trasiego de armas. También es necesaria una revisión en materia migratoria porque la frontera sur mexicana “está en el límite” de la llegada de personas de otros países.
Juan González, director de Asuntos del Hemisferio Occidental del Consejo de Seguridad Nacional del gabinete de Biden, hace un análisis agudo sobre la cooperación binacional en materia de seguridad en la lucha contra el narcotráfico.
“La relación de seguridad entre Estados Unidos y México ha evolucionado a través de las décadas, en algunos momentos era muy buena, en otros, no muy buena”, reconoce el encargado de la Casa Blanca de los temas con México y el resto de los países del continente.
González, quien este año en diversas ocasiones viajó a la capital mexicana acompañando a la vicepresidenta de su país, Kamala Harris, y a varios miembros del gabinete de Biden para sostener reuniones con Obrador, habla de un componente distinto en la guerra contra el narco.
“Buscar en los puertos, en las áreas de logística, a los jefes de las plazas que manejan el flujo de una forma más estratégica, no hacer una guerra en las calles; hemos aprendido que las tácticas de objetivos muy altos no tienen impacto de largo plazo”.
Para González, la iniciativa Mérida fue un instrumento de respuesta del momento que se vivió hace 15 años y que estrechó la cooperación en seguridad entre las dos naciones.
Fue precisamente el pasado mayo cuando, encabezando una delegación de funcionarios estadunidenses, los jefes de la DEA y el FBI, entre otros, González viajó a México para iniciar con el gobierno de López Obrador las negociaciones para definir una estrategia nueva.
Sin definir nombre ni detalles del próximo proyecto bilateral para contener el narcotráfico y el crimen organizado, el asesor de Biden adelanta que se concentrará en reconocer y aceptar las responsabilidades que tiene Estados Unidos en el flagelo que azota muy fuerte a México.
“En México es donde nosotros reconocemos la responsabilidad que tenemos en cuanto a la demanda de drogas y el tráfico de armas que llegan a las calles mexicanas y a manos de los cárteles de narcotráfico”, apunta el asesor del presidente Biden. “Como mexicano es muy difícil ver una solución viable sin que Estados Unidos tome acciones concretas en esas dos áreas”, agrega González a la entrevista.
Esta es en varias décadas la primera ocasión en que la Presidencia de Estados Unidos admite un mea culpa en las implicaciones del narcotráfico en México que, con la violencia que genera, ha causado decenas de miles de muertes y diversas masacres desde el sexenio de Calderón.
“México es un país soberano y su presidente toma decisiones sobre las prioridades para él, el interés de Estados Unidos es buscar dónde podemos encajar de una forma que tenga impacto”, anota el asesor.