Inmensa tormenta solar podría paralizar las comunicaciones; la Tierra no está lista, advierten
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Una tormenta solar de grandes dimensiones, única en un milenio, que puede impactar en cualquier momento sobre la Tierra, dejándola prácticamente incomunicada
El clima espacial es una amenaza creciente para la humanidad, pero los expertos dicen que no estamos lo suficientemente preparados para una tormenta solar masiva milenaria que podría golpear la Tierra en cualquier momento, eliminando las comunicaciones.
El último brote dramático de llamaradas ‘caníbales’ ocurrió el martes temprano, cuando la mancha solar AR3363 estaba en el punto de ‘erupción violenta’.
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Se trata de una eyección de masa coronal (CME, por sus siglas en inglés), es decir, una nube gigante de plasma solar empapada con líneas de campo magnético, según ha informado el servicio de Predicción Meteorológica Espacial de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) estadounidense.
La fase actual se caracteriza por una alta actividad del clima espacial. Así lo demuestran dos erupciones de masa coronal que han llegado a la Tierra en los últimos días, provocando periodos de condiciones de tormenta geomagnética.
En un nuevo artículo científico publicado recientemente en Arxiv, los expertos Natalia Buzulukova y Bruce Tsurutani advierten que la Tierra aún no está preparada para afrontar las consecuencias de una gran tormenta solar, como la que azotó en 1859 y dio lugar al llamado evento de Carrington.
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EVENTO HISTÓRICO QUE DEJA UNA ADVERTENCIA
Alrededor de este tiempo, una serie de grandes manchas solares aparecieron en el Sol: 24 horas después, auroras gigantes estallaron en todo el mundo, mientras que la afluencia de iones generados en la atmósfera creaba grandes picos de voltaje en las líneas telegráficas, una nueva tecnología en ese momento.
Debido al alto voltaje inducido, era inevitable que algunas líneas se doblaran entre ellas, provocando muchos incendios en todo el sistema de telégrafos, incluidas algunas oficinas.
Las comunicaciones estuvieron caídas durante la mayor parte del tiempo que la tormenta solar golpeó el planeta.
Si bien no podemos saber si sucederá en un futuro cercano, un evento extremo de características similares podría ocurrir en cualquier momento, con consecuencias mucho más complejas que las actuales, dada la gran dependencia que la humanidad tiene actualmente de los sistemas tecnológicos, que son tan vitales para las comunicaciones, la energía y la economía global.
PICO DE ACTIVIDAD SOLAR, MUY CERCA
Los científicos estiman que alrededor de 2025 se registrará un nuevo máximo solar, que es el pico de actividad solar en el ciclo de 11 años del Sol. Como resultado, las posibilidades de que ocurra un evento extremo aumentan considerablemente.
Según un artículo publicado en Universe Today, las torres celulares gigantes y los transformadores de alto voltaje que se usan hoy en día pueden crear un desastre mucho mayor que el que sucedió en 1859.
Al mismo tiempo, los sistemas terrestres no son los únicos vulnerables a los efectos del clima espacial. Los satélites, que se encuentran sobre el escudo de la atmósfera terrestre, se vuelven particularmente vulnerables a los efectos adversos del clima espacial.
Los satélites están jugando un papel cada vez más importante en nuestras vidas, desde proporcionar conectividad a Internet en lugares remotos o aislados hasta facilitar el desarrollo de un sistema de posicionamiento global que nos permite determinar instantáneamente nuestra posición en cualquier parte del planeta con una precisión increíble.
ANÁLISIS SERIO, NECESARIO
Si otra tormenta solar del tamaño de Carrington golpeara la Tierra, sería claramente un desastre para las redes de energía y comunicaciones: las rutinas diarias, al menos de quienes usan regularmente estos sistemas, se verían gravemente interrumpidas durante días, semanas o meses.
Por lo tanto, Buzulukova y Tsurutani argumentan en su estudio que los científicos deberían trazar un mapa de los peores escenarios, cuáles son sus probabilidades y su impacto.
Entonces tendremos que decidir como sociedad qué riesgos debemos tomar en caso de una tormenta solar de este tipo.
Obviamente, a pesar de la larga advertencia, todavía no nos hemos tomado el asunto en serio.
Con información de medios