"Chau abu", le dijo el nieto a Carlotto tras su primer encuentro

COMPARTIR
TEMAS
La activista de derechos humanos, de 83 años, y Guido Montoya Carlotto mantuvieron el miércoles un extenso encuentro de más de seis horas.
Buenos Aires, Argentina.- La presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, conoció personalmente a su nieto nacido en cautiverio durante la última dictadura militar argentina (1976-1983), quien la despidió con un cariñoso "chau abu".
La activista de derechos humanos, de 83 años, y Guido Montoya Carlotto mantuvieron el miércoles un extenso encuentro de más de seis horas, junto a otros familiares, bajo absoluta reserva y lejos de los medios de comunicación en la ciudad de La Plata, 50 kilómetros al sur de la capital argentina, informa hoy el diario "Página/12".
Estela de Carlotto y sus hijos Claudia, Kibo y Remo se reunieron con el joven un día después de que un análisis genético confirmara la noticia de que es el hijo de Laura Carlotto y Wilmar Oscar Montoya, secuestrados durante la última dictadura, a quien la dirigente social buscó durante 36 años.
"Chau, abu", le dijo Guido a Carlotto cuando se iba. "Y mi vieja casi se desmaya", reveló Claudia Carlotto, tía del joven.
"Estoy feliz de la vida, nos super entendimos. Vamos a ir de a poco, porque nosotros somos muchos. El se crió como hijo único en el campo. Así que hicimos un encuentro íntimo. El es tranquilo, no ansioso como nosotros. Y es muy especial, muy inteligente", señaló la hija de la presidenta de Abuelas a "Página/12".
Guido Montoya Carlotto, quien fue criado como Ignacio Hurban, asistió al encuentro acompañado por su esposa y algunos amigos, según informó el periódico.
"Hablamos de todo. El busca mucho el consenso, es sano, tiene sensibilidad social. Fue muy cálido, pero también estuvo muy bien plantado, sabe lo que quiere", indicó Claudia Carlotto, además titular de la Comisión Nacional por el derecho a la Identidad (Conadi).
La organización Abuelas de Plaza de Mayo informó en la noche del miércoles la realización del encuentro.
"Felizmente Guido Montoya Carlotto ya pudo abrazar a su familia materna, que lo buscó sin pausa y de forma incansable durante 36 años", informó la asociación.
Las Abuelas llamaron "a los medios, a la sociedad en general, y a la justicia en particular, a respetar la intimidad de Guido y sus allegados, para que pueda encarar el proceso de restitución de identidad con sus tiempos y acorde a sus posibilidades, como se ha hecho con todos los nietos encontrados durante estos 37 años de búsqueda".
La verdadera identidad del nieto número 114 recuperado por las Abuelas fue filtrado por el Poder Judicial, lo que permitió hallarlo rápidamente a través de las redes sociales, en las que el joven mantiene una intensa actividad.
El joven recuperó su identidad al realizarse voluntariamente una prueba de ADN.
De esta manera, Guido Carlotto comprobó que es hijo de Laura, la hija de Estela de Carlotto, y de Walmir Oscar Montoya, que sigue desaparecido.
Laura era estudiante de historia, militante universitaria y estaba embarazada cuando fue secuestrada el 26 de noviembre de 1977. Estuvo detenida en el centro clandestino "La Cacha" y fue asesinada meses más tarde. Antes, el 26 de junio de 1978, dio a luz a su hijo.
Laura llamó Guido a su hijo, que le fue robado a las pocas horas de nacer y entregado a una familia que lo crió bajo el nombre de Ignacio Hurban.
Se trata de un joven de 36 años que creció en un paraje rural cercano a la ciudad de Olavarría, provincia de Buenos Aires, y vive cerca de allí, en la Villa Alfredo Fortabat.
Carlotto tras recuperar a su nieto: "Todavía estoy como soñando"
La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, no salió hoy de su asombro y felicidad por haber encontrado a su nieto nacido en cautiverio durante la última dictadura militar argentina (1976-1983), una noticia que conmovió a diversas personalidades de la política y el deporte mundial.
El día después del hallazgo, la activista de 83 años confesó que aún está "como soñando". La referente argentina en la lucha por los derechos humanos se enteró el martes de que su nieto recuperó su identidad al realizarse voluntariamente una prueba de ADN.
De esta manera, Guido Carlotto comprobó que es hijo de Laura, la hija de Estela de Carlotto, y de Walmir Oscar Montoya, que sigue desaparecido. El joven se convirtió en el nieto recuperado 114.
Laura era estudiante de historia, militante universitaria y estaba embarazada cuando fue secuestrada el 26 de noviembre de 1977. Estuvo detenida en el centro clandestino "La Cacha" y fue asesinada meses más tarde. Antes, el 26 de junio de 1978, dio a luz a su hijo.
Laura llamó Guido a su hijo, que le fue robado a las pocas horas de nacer y entregado a una familia que lo crió bajo el nombre de Ignacio Hurban.
Se trata de un joven de 36 años que creció y vivió en la Villa Alfredo Fortabat, un pueblo de unos 6.000 habitantes en la ciudad de la Olavarría, provincia de Buenos Aires. Estaba previsto que hoy se reuniera con la familia Carlotto, aunque el encuentro se mantuvo en reserva.
"Me parecía que estaba en otro mundo, todavía estoy como soñando", dijo Carlotto, al relatar cuando se enteró de la noticia, sobre el mediodía del martes.
"Soy muy tranquila, pero pegué unos gritos que parecía loca cuando la jueza me dice 'hemos encontrado a tu nieto Guido'. Fue como una fuerza que me llevó a gritar, llorar, abrazarme. No puedo describir lo que me vino".
Así recordó Carlotto el momento en que la jueza federal María Servini de Cubría le informó de la compatibilidad genética de Guido.
Precisamente, la magistrada fue cuestionada por haber revelado quién era el nieto recuperado.
La titular de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi), Claudia Carlotto, que es hija de la presidenta de Abuelas, dijo: "Si no lo llamaba por teléfono (al joven), se enteraba por la televisión; y eso no es algo bueno cuando se necesita serenidad".
El diputado del gobernante Frente para la Victoria, Remo Carlotto, se sumó a los cuestionamientos: "No colabora con el reencuentro".
Sin embargo, la atención de Carlotto hoy hizo foco en la alegría del hecho: "Este día es de gloria, yo agradezco a Dios y al país".
La recuperación de la identidad de Guido generó que el teléfono de Abuelas sonara hoy mucho más de lo habitual. "El impacto fue mayor al de cualquier campaña", dijeron desde la entidad. Detallaron que en lo cotidiano llaman unas diez personas, en campañas el promedio es de 40, pero hoy se comunicaron un centenar.
La activista comentó que la asusta la gran repercusión que tuvo la noticia, que fue celebrada por el capitán del seleccionado argentino de fútbol, Lionel Messi, el ex astro Diego Maradona y el papa Francisco.
Messi dijo estar "feliz e ilusionado" y dio un mensaje de aliento para las Abuelas: "¡Hay que continuar con la lucha, quedan muchos más! Cuentan con todo nuestro apoyo".
También se alegraron otros jugadores del seleccionado como Javier Mascherano, Sergio Agüero y Ezequiel Lavezzi.
Mascherano recordó el encuentro que el plantel argentino tuvo con las Abuelas en el marco de una campaña que planteaba que hace diez mundiales que desde la institución busca a los nietos.
Hubo una foto conjunta en el predio que la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), donde el plantel realizaba su preparación para el Mundial de Brasil, donde fue subcampeón.
La vicepresidenta de Abuelas, Rosa Roisinblint, destacó la importancia de esa imagen: "Circuló por el mundo entero y puede servir para que muchos otros nietos se acerquen".
El papa Francisco recibió con emoción en el Vaticano la noticia, afirmó el oficial de protocolo Guillermo Karcher.
Francisco se reunió en abril de 2013 con Carlotto en el Vaticano, donde dieron por zanjadas las dudas manifestadas por la activista en relación a la actuación del religioso durante la última dictadura.
En marzo pasado, durante una entrevista con la agencia dpa, la presidenta de Abuelas dijo sobre el papa: "Es una persona muy grata. Está dando muestras de querer hacer un cambio en muchas cosas".
Carlotto dejó entonces de lado su rechazo inicial a Bergoglio, del que había dicho que formaba parte de la Iglesia que oscureció el país.
La atención de la activista ahora está en su rol de abuela. En este sentido remarcó que estará "en exclusiva" para Guido para todo lo que necesite, aunque aseguró que seguirá al frente de la entidad para buscar a todos los que faltan.
La historia de Guido aún tiene partes que se desconocen. Por ejemplo, cómo fue que llegó a la ciudad de Olavarría.
"Hay que investigarlo porque está todo en incógnita. Sabemos que es gente que vive en el campo, que se lo llevó alguien a esa señora que no podía tener hijos", dijo Carlotto.
"A lo mejor es gente que ignoró totalmente (la situación) porque eran peones, gente muy buena, porque si él es bueno y está bien, es por algo", sostuvo.
Carlotto contó que "alguien lo llevó a Olavarría cuando se lo quitan de los brazos a Laura, una persona que tiene nombre y apellido pero que ya no vive, eso va a estar en manos de la Justicia.