Múnich planea monumento a víctimas del atentado en Juegos de 1972

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"No podemos curar las heridas, pero podemos intentar paliar el dolor", declaró Seehofer.
Berlín, Alemania.- Múnich planea erigir un monumento en memoria de los fallecidos en el atentado perpetrado por un comando palestino contra la delegación olímpica israelí en los Juegos Olímpicos de 1972, del que hoy se cumplen 40 años.
Este espacio estará emplazado en las proximidades de la villa olímpica, donde comenzó la tragedia que se saldó con 17 muertos, anunció el primer ministro bávaro, el socialcristiano Horst Seehofer, tras un encuentro en Múnich con el viceprimer ministro israelí, Silvan Shalom.
"No podemos curar las heridas, pero podemos intentar paliar el dolor", declaró Seehofer, quien agregó: "Después de 40 años todavía contemplamos con dolor, tristeza y consternación la barbarie de este acto terrorista".
El monumento será erigido por la ciudad de Múnich en colaboración con el Gobierno alemán, la comunidad israelí en Alemania y la Federación Olímpica Alemana.
"Es un gesto que tanto Israel como yo personalmente apreciamos mucho", dijo por su parte Shalom, quien señaló que el atentado contra el equipo olímpico de su país "hirió al conjunto del pueblo israelí, sobre todo porque tuvo lugar en territorio alemán".
Alemania comenzó esta mañana con una ofrenda floral en la villa olímpica de Múnich los actos en recuerdo del atentado perpetrado hace 40 años por el comando "Septiembre Negro" para reclamar la excarcelación de 234 presos palestinos.
En esta primera ceremonia participaron además del viceprimer ministro israelí, el alcalde de Múnich, el socialdemócrata Christian Ude; el presidente de la Federación Olímpica Alemana, Thomas Bach; y familiares de los deportistas fallecidos.
En el acto central que tiene lugar en el aeropuerto militar de Fürstenfeldbruck -escenario del sangriento desenlace del secuestro- tienen previsto tomar la palabra además de Seehofer y Shalom, el ministro del Interior alemán, Hans-Peter Friedrich, y la viuda del entrenador de esgrima Andre Spitzer, asesinado en el ataque.
En el aeropuerto de Fürstenfeldbruck murieron nueve deportistas -otros dos ya habían sido abatidos en la villa olímpica-, un policía alemán y cinco de los ocho terroristas tras una operación fallida para salvar a los rehenes.