Gadafi lucha en todos los frentes

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Gadafi se muestra también activo en el frente de la propaganda interna.
Tripolí, Libia.- Los insurgentes lo acosan, Occidente lo ignora políticamente y los viejos amigos le dan la espalda, pero Muamar al Gadafi no es de los que tiran la toalla fácilmente. Estos días el coronel libio, al que le gusta especialmente exhibirse, está tirando de todos los hilos posibles.
A los militares que todavía le son leales los envía a combatir con los rebeldes con inusitada violencia. Al parecer, es parte de su estrategia de incendiar algunas de las instalaciones petroleras. Los medios estatales sostienen que los insurgentes son los culpables de esa destrucción. Con ello, Gadafi posiblemente confía en convencer a los europeos que compran el crudo libio que sería mejor colocarse del lado del régimen.
Sin embargo, lo que ha pasado es todo lo contrario. A nivel político, tres enviados de Gadafi partieron por orden del líder libio a Lisboa, Bruselas y El Cairo en una misión infructuosa. Varios países han reconocido al gobierno de transición en Bengasi y Francia incluso quiera enviar un embajador a la ciudad, considerada el bastión opositor.
Los rebeldes, en tanto, sostienen que el régimen está tomando presos a trabajadores africanos a los que pone ante una disyuntiva: o luchan contra los insurgentes o los envía en pequeñas embarcaciones de contrabando a Europa. Al parecer Gadafi quiere atemorizar a Europa con la llegada masiva de inmigrantes irregulares. La idea es hacer creer que necesitan a Gadafi para detener la avalancha de africanos, pese a que él mismo suele afirmar que no es el "policía de Europa".
Gadafi se muestra también activo en el frente de la propaganda interna. A los espectadores de la televisión estatal libia, en la que desde hace semanas suenan continuamente canciones pro Gadafi, se les mostraba hoy decenas de vehículos nuevos y varios hombres discapacitados que coreaban: "Alá, Muamar, Libia o nada". Ante la cámara aseguraron que habían recibido un coche del Estado como regalo.
El hecho de que sus ex compañeros de armas y compañeros de los días de la revolución le hayan dado la espalda parece haber impresionado también a Gadafi, considerado de por sí ya un poco paranoico. El coronel, que no acostumbra a hacer autocrítica, llamó a todos los diplomáticos, ministros o comandantes militares que no están con él sencillamente unos "traidores".
Además, incluso ha ofrecido una recompensa por la captura del ex ministro de Justicia Mustafa Abdul Jalil, que ahora lidera el gobierno de transición en Bengasi. Oficialmente, lo acusa entre otras cosas de traición a la patria, cooperación con agentes extranjeros y un "comportamiento" que "conduce a la guerra civil". La persona que capture al ex ministro recibirá 50,000 dinares (unos 395,000 dólares/286,450 euros).
Para el caso de que nada de lo anterior funcione, Gadafi parece tener que también un plan B: Huir al exilio. El diario "Al Bayan", que se edita en Dubai, informa que Gadafi está estudiando si pasa sus últimos días en Chad o Níger, ajeno a las exigencias de sus conciudadanos o de los investigadores internacionales.