Mexicanos rescatan a anciana de 69 años en Haití
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Oscar Oliva, jefe de la brigada de Topos de Cancún, relata que luego de que Pablo, el perro rescatista, confirmó los indicios de que había sobrevivientes, empezaron a cavar en el centro de los escombros.
PUERTO PRINCIPE.- A las 10 de la mañana del martes, el jefe de un equipo de socorristas mexicanos consiguió que un colega alemán le prestara un perro adiestrado para detectar si debajo de toneladas de escombros de la casa parroquial había sobrevivientes, y el animal dio señales positivas.
Cinco horas más tarde, el equipo de salvamento logró extraer con vida a Ena Zizi, una haitiana de 69 años que sobrevivió ocho días debajo de los escombros.
Con fracturas en la cadera, fémur derecho y una deshidratación crítica, la mujer fue trasladada a un hospital ubicado a una cuadra del lugar en donde fue rescatada, en donde el médico inglés Dimuthu Samaranayake le suministro suero y antibióticos endovenosos como primeras medidas, aunque dijo que la sobrevivencia de la mujer dependía de una pronta intervención quirúrgica.
''Estoy muy bien, creo'', dijo Zizi, con el pelo manchado con polvo blanco, mientras recibía la primera atención frente a un hospital cubano.
Pese a su estado, Zizi cantó un salmo y agradeció a Dios con voz esforzada que resonó en el jardín del hospital repleto de víctimas del sismo en camillas.
''Esto es un milagro'', dijo uno de sus hijos, el empleado bancario Joseph Josner.
Relató que su madre planchaba y lavaba ropa para subsistir, pero no se explicaba qué hacía en la casa arzobispal cuando el 12 de enero un terremoto golpeó la capital haitiana, pues ella no solía trabajar ahí.
''A mí me avisó mi hermana (que la habían encontrado) y entonces vine a ver si era verdad'' y milagrosamente sí lo era, dijo.
Oscar Oliva, el jefe de la brigada de Topos de Cancún, los socorristas mexicanos que participaron en el rescate, relató que luego de que Pablo, el perro de agua portugués que su colega les prestó para detectar señales de vida en los vestigios del complejo eclesiástico del centro de la ciudad, confirmó los indicios de que había sobrevivientes y empezaron a cavar en el centro de los escombros.
La casa parroquial era un edificio de tres pisos construido al lado de la Catedral, que se derrumbó con el sismo.
El cadáver del arzobispo católico de Haití, Joseph Serge Miot, fue hallado también el martes en lo que al parecer era su oficina.
Después de hacer un túnel de varios metros de profundidad, se encontraron con los pies de la mujer, narró el mexicano, que siguió trabajando en el lugar con sus hombres y un equipo de socorristas alemanes porque pareciera que hay más sobrevivientes.
Después de que excavaron un túnel de unos 10 metros de profundidad se toparon con un muro y se esforzaban por atravesarlo con la esperanza de encontrar a otras personas atrapadas.
Zizi sigue aferrándose a la vida
Cuando el médico inglés la vio por primera vez dijo que las posibilidades que tenía de sobrevivir eran de 75% pero dependían básicamente de que fuera intervenida para tratar las fracturas que sufrió.
Sospechaba que tenía una hemorragia interna además del grave estado de deshidratación.
Aunque parecía remoto encontrar un sitio en donde la mujer recibiera la atención requerida entre los atiborrados y pobremente equipados sanatorios que operan en el lugar, Samaranayake informó unas pocas horas después que había conseguido que la atendieran en un hospital instalado por israelíes y Zizi seguramente podría ser operada.
Mientras, Frank Schultes, el jefe del equipo de rescate alemán, ordenó a gritos que todos callaran en el sector donde trabajaban para no perderse posibles nuevas señales de vida.