Obama llega al aniversario de su investidura sin conmemoraciones especiales
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El actual clima político no propicia los festejos. El país continúa su crisis económica y la creación de empleo no despega. Las guerras en Irak y Afganistán no solo no han concluido sino que, en el caso de esta última, ha escalado en su intensidad.
Washington, EU.- Barack Obama cumplirá mañana su primer aniversario como presidente de EU, una efeméride que ha querido dejar pasar sin conmemoraciones especiales y mientras prepara un segundo año que puede resultar decisivo en su mandato.
Así, hoy el presidente estadounidense dedicó la jornada a promover un programa para la reforma educativa en una escuela de enseñanza primaria.
Y mañana, cuando se cumple un año de su histórica investidura en el Capitolio frente a cerca de dos millones de personas, su agenda tentativa prevé como único acto público la conmemoración del Mes del Tutor.
Nada más alejado de las escenas de fiesta de hace un año, cuando asistió a un concierto en su honor en el Mall de Washington encabezado por artistas de la talla de U2, así como el día de su toma de posesión, que participó en una decena de bailes de investidura.
El actual clima político no propicia los festejos. El país continúa su crisis económica y la creación de empleo no despega. Las guerras en Irak y Afganistán no solo no han concluido sino que, en el caso de esta última, ha escalado en su intensidad.
La popularidad del presidente, que tras su investidura superaba el 70 por ciento, ronda ahora apenas el 50 por ciento.
Y a última hora Obama tiene que lidiar con eventos que amenazan con amargarle la celebración del aniversario.
Entre otras cosas, hoy se celebran en Massachusetts unas elecciones locales que, según quién triunfe, pueden obligarle a cambiar su estrategia legislativa.
La demócrata Martha Coakley se disputa con el republicano Scott Brown el escaño en el Senado que con su fallecimiento dejó vacante el senador Ted Kennedy, quien lo había ocupado durante casi medio siglo.
Massachusetts es uno de los estados de más simpatías demócratas de EE.UU. pero en los últimos días y contra todo pronóstico, las encuestas apuntan a un empate técnico entre los dos candidatos, algo que los expertos atribuyen al descontento del público con la reforma sanitaria, la joya de la corona del programa legislativo de Obama.
Un triunfo de Brown acabaría con la mayoría absoluta que disfrutan los demócratas en el Senado, los sesenta escaños con los que pueden evitar cualquier veto republicano a la hora de aprobar legislación, y pondría en peligro la aprobación de la reforma sanitaria tras un año de negociaciones.
Obama también llega a su aniversario preocupado por las tareas de salvamento y asistencia en Haití tras el terremoto de hace una semana.
El presidente estadounidense prometió a los haitianos que no serán olvidados y respaldó no solo una aportación de urgencia de cien millones de dólares, sino también la contribución militar a las tareas de emergencia.
Obama busca demostrar que en momentos de crisis puede actuar con decisión y mostrar su solidaridad con un país vecino que cuenta con una comunidad de cerca de dos millones de personas en territorio estadounidense.
Esta semana, el presidente estadounidense también buscará centrarse en la economía y la creación de empleo, que ya declaró que serán su gran prioridad este año.
El jueves, Obama tiene previsto reunirse con una representación de alcaldes de todo el país para examinar vías hacia la creación de puestos de trabajo, mientras que el viernes se desplazará a Ohio, dentro de una gira para escuchar las ideas de los ciudadanos para mejorar la economía.
Según afirmó hoy el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, al comenzar el nuevo año de mandato "la principal prioridad será la creación de empleo".
En su agenda estará pendiente también la reforma del sistema de inmigración y la aprobación de medidas contra el cambio climático.
Pero la economía será, como el año pasado, lo que ocupe buena parte de su jornada laboral.
A menos que los ciudadanos estadounidenses comiencen a percibir una clara mejora de la situación económica, en especial en lo que respecta a la creación de empleo, Obama y los demócratas podrían sufrir un serio varapalo dentro de diez meses, cuando el país celebrará elecciones legislativas.