Pánico en la isla surcoreana tras el ataque de Corea del Norte

Internacional
/ 23 noviembre 2010

El intercambio de disparos entre las fuerzas de Corea del Norte y de Corea del Sur duró alrededor de una hora, según información surcoreana. Sin embargo, algunos habitantes temen que el fuego de artillería proveniente de Corea del Norte continúe por la noche.

Seúl, Corea del Sur.- Se vieron escenas de guerra: ataques con granadas, apagones de energía, columnas de humo que emanan de las montañas, casas incendiadas y personas que huyen aterradas. Los disparos con fuego de artillería por parte de Corea del Norte hacia una isla surcoreana en el mar Amarillo desataron el pánico entre sus habitantes.

"Pensé que se desataba la guerra", dijo un habitante de 57 años de la isla Yonpyong al periódico "JoongAng Ilbo". "Todo está incendiado, casas y motañas", describe otra persona en la televisión. "Cuando vi lo que ocurría sentí pánico", cuenta Shin Seung Won, de 71 años.

Las imágenes muestran como turistas y una gran parte de los 1.600 habitantes de la isla son llevados en embarcaciones a tierra firme. El miedo se dibuja en los rostros de madres y niños. Las acciones de evacuación duraron hasta la noche.

El intercambio de disparos entre las fuerzas de Corea del Norte y de Corea del Sur duró alrededor de una hora, según información surcoreana. Sin embargo, algunos habitantes temen que el fuego de artillería proveniente de Corea del Norte continúe por la noche.

La isla se encuentra a pocos kilómetros de la disputada frontera en el mar Amarillo. Una zona de tensión, un "flashpoint" en la jerga militar. En los últimos años hubo allí reiterados incidentes entre barcos de guerra de ambos países.

También en la frontera terrestre, fuertemente militarizada, hay constantemente intercambios de disparos entre soldados de ambos países. Sin embargo, hasta ahora las instalaciones civiles no se habían visto afectadas. Es la primera vez desde la guerra de Corea (1950-53) que Corea del Norte ataca objetivos civiles.

Dos soldados de Marina murieron por el ataque y más de una decena de soldados y civiles resultaron heridos. No se dio a conocer de momento sobre víctimas del lado norcoreano, luego de la réplica de Corea del Sur. El presidente sucoreano, Lee Myung Bak, no descartó acciones militares de represalia.

Mientras tanto, en Corea del Sur se especula acerca de los motivos del ataque norcoreano. Las Fuerzas Armadas del país comunista acusan a su vecino del sur de haber provocado el incidente. Sin embargo, los militares surcoreanos niegan la acusación y aseguran que el ataque fue una provocación premeditada de Corea del Norte.

"Creo que ellos (por Corea del Norte) están frustrados debido a la estricta posición del gobierno surcoreano", opina Choi Jin Wook del Instituto Coreano para la Unificación Nacional en Seúl.

Pyongyang espera un diálogo cara a cara con Estados Unidos. Sin embargo, el gobierno del presidente Barack Obama insiste en que Corea del Norte primero debe dar pasos concretos hacia el desmontaje de su programa nuclear. En ese caso Washington estaría dispuesto a retomar las llamadas conversaciones a "seis bandas" (Estados Unidos, Corea del Norte, Corea del Sur, China, Japón y Rusia) sobre el programa nuclear de Corea del Norte. Corea del Sur adhiere a esta posición.

Seúl además estaría dispuesto a enviar ayuda humanitaria con alimentos en caso de que su vecino emprenda medidas de desarme y se disculpe por el hundimiento de un barco de guerra surcoreano en marzo. La tensión entre ambos países aumentó notablemente desde ese incidente.

Corea del Norte había mostrado últimamente su disposición a retomar las negociaciones nucleares, aunque sin dar garantías concretas. "Corea del Norte se siente ignorada", considera Choi. Y evalúa con el ataque de hoy el podría haber querido ejercer presión. De una u otra forma, asegura que "la tensión continuará".

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