Rastrean la huella de 500 periodistas españoles exiliados en México

Internacional
/ 22 septiembre 2015

    "El exilio periodístico español, de 1939 al final de la esperanza", es el título de esta investigación, con la que el doctor en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid Luis Díez ha querido salvar "el vacío" en que han caído, sobre todo en España, las peripecias vitales y los logros profesionales de estas personas, ha dicho él mismo en entrevista con EFE.

    Cádiz, España.- Entre los 20.000 españoles que se exiliaron en México tras la Guerra Civil española, había unos 500 periodistas que, desde los mismos barcos en que cruzaron el océano, retomaron sus carreras, unas trayectorias que Luis Díez ha rescatado en un libro que hoy se presenta en esta ciudad del sur de España.

    "El exilio periodístico español, de 1939 al final de la esperanza", es el título de esta investigación, con la que el doctor en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid Luis Díez ha querido salvar "el vacío" en que han caído, sobre todo en España, las peripecias vitales y los logros profesionales de estas personas, ha dicho él mismo en entrevista con EFE.

    Su investigación la emprendió hace cuatro años, hizo con ella su tesis doctoral y ahora sale a la luz en este libro de la colección DePeriodistas, que publica la Asociación de la Prensa de Cádiz.

    Dentro de este colectivo de periodistas había directores de periódicos de la época como Roberto Castrovido, de "El Liberal"; Fabián Vidal, de "La Voz"; Elfidio Alonso, del "ABC" de Madrid; Fernando Vazquez Ocaña y Paulino Masip, de "La Vanguardia" de Barcelona, o Emilio Criado Romero, de "El Heraldo" de Madrid.

    Y también había reporteros de sucesos como Rafael Sanchís y Víctor Alba, quienes, trabajando para diarios mexicanos, descubrieron que el hombre que asesinó a Trosky en Ciudad de México en 1940, el catalán Ramón Mercader, era español y no belga, como él quiso hacer creer tras su detención; fotógrafos como los Hermanos Mayo o publicistas como Eulalio Ferrer, cuya reputación hizo que John F. Kennedy le pidiera organizarle una campaña que no llegó a producirse porque el presidente estadounidense fue antes asesinado.

    También gente que confirmó su vocación en la misma travesía hacia el exilio, como el sevillano Luis Suárez López, un militar republicano que retomó su vocación en el barco que, junto a otros 2.500 españoles, le trasladó desde Francia a México.

    "Durante las tres semanas de travesía se hizo un periódico a bordo con las noticias de lo que pasaba en el barco, lo que captaban por la radio o lo que sabían sobre México. Ahí se demostró la función de la información frente a la incertidumbre", explica Luis Díez.

    En esa travesía, Luis Suárez "se adiestró en la técnica de escribir crónicas" y acabó convirtiéndose en "uno de los grandes cronistas de la vida política mexicana", recuerda el autor.

    En México encontraron un país en el que los medios de comunicación tenían "un grado de desarrollo tecnológico" superior al que había entonces en España y una forma de informar "mucho más ágil".

    Unos medios en los que se integró esta "rama desgajada del periodismo español" que, con distintas suertes, "encontró asiento y sustento" en México. Ellos aportaron "un gran conocimiento humanístico" e impulsaron, por ejemplo, la creación del periodismo económico, algo que hizo desde "El Excelsior" Adrian Vilalta, quien "obligó a lasaseguradoras y a la banca a publicar sus balances", explica Luis Díez.

    La nómina es larga y variada y en ella están desde Pilar Candel, que empezó a escribir una página de moda en "El Novedades", fue luego presentadora de televisión y acabó fundando una agencia de modelos; hasta críticos de toros taurinos que "brillaron", como José Alameda y Enrique Bohórquez.

    Muchos dirigieron las secciones de cultura de importantes periódicos, como Juan Rejano o José de la Colina, directores de los suplementos culturales de "El Nacional" o "Novedades", o las páginas de opinión como Rafael Sánchez Ocaña, en "El Nacional", y el sacerdote vasco Ramón Erce Garamendi, en "El Excelsior", y que además "fundó la Escuela de Periodismo en México".

    La diputada socialista Margarita Nelken, que fue crítica de arte hasta mediados de los sesenta, el periodista gaditano Rafael Torres, fundador de la Agrupación de Escritores y Periodistas Españoles en México y gran promotor de la Feria del Libro de México, o Enrique Loubet y Ricardo del Río Albero, que dirigieron periódicos deportivos mexicanos, son otros de los profesionales exiliados cuyas "aventuras y desventuras" recoge este libro.

    "Dejaron huella, hicieron allí la obra que no pudieron hacer en España, lucharon desde allí por el derecho a la información que había desaparecido en España", destaca el autor de este libro.

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