Cuatro guardias suizos y tres residentes vaticanos dan positivo al COVID-19
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Matteo Bruni, portavoz del Vaticano, dio a conocer que cuatro guardias suizos, el cuerpo que supone el pequeño Ejercito del Vaticano, resultaron positivos por a una prueba para detectar el COVID-19, por tal motivo se les suspendieron todos los permisos y vacaciones que les permitían salir del Estado pontificio.
Cuatro guardias suizos, el cuerpo que supone el pequeño Ejercito del Vaticano, resultaron positivos por coronavirus, por lo que se suspendieron todos los permisos y vacaciones que permitían salir del Estado pontificio.
El portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, informó que se detectaron otros tres positivos encontrados en las últimas semanas entre los residentes del Estado pontifico, "todos con síntomas leves y para los cuales se han observado todas las medidas de aislamiento necesarias en sus domicilios y verificación de las personas involucradas".
"Durante el fin de semana se registró la positividad por COVID-19 entre la Guardia Suiza. En la actualidad hay cuatro personas con síntomas y todas en aislamiento", explicó el portavoz.
El Vaticano detalló que "se están realizando los controles necesarios entre quienes pudieron haber estado en contacto directo con ellos".
Según informaban los medios italianos, fue enviada una comunicación interna a suboficiales y guardias en la que se anulan las vacaciones y permisos y se ordena que permanezcan en sus habitaciones en el cuartel, situado en el interior del Vaticano.
El pasado 4 de octubre se celebró la ceremonia de juramento de los 38 nuevos reclutas para intregrarlos en el pequeño Ejército, que cuenta con 135 guardias.
El pasado martes, el Gobierno del Vaticano emitió una directiva a los superiores de los entes de la Santa Sede que obliga al uso de la mascarilla dentro del Estado pontificio y en sus sedes extraterritoriales, unos territorios y edificios de Roma sobre los que tiene jurisdicción.
Será obligatoria "cotidianamente en todos los lugares al aire libre y también en los espacios de trabajo en los que la distancia no pueda ser garantizada siempre", se lee en el documento, que insiste además en la necesidad de respetar las normas higiénicas.
Durante la primera ola de la pandemia se comunicó una decena de casos en el pequeño Estado papal.