Donald Trump pide ante la ONU que China rinda cuentas por propagación del COVID-19

Internacional
/ 23 septiembre 2020

"Tenemos que hacer rendir cuentas a la nación que descargó esta plaga sobre el mundo: China", dijo el mandatario durante su participación en la ONU

 Donald Trump, el mismo día en que su país sobrepasó 200 mil muertos por Covid-19 -el líder mundial en ese rubro- se lavó las manos y le echó la culpa a China por casi todo al promover su visión nacionalista de derecha, contrastando con otros líderes que ofrecieron perspectivas más adultas al abordar una coyuntura internacional marcada por la peor crisis sanitaria, económica y ecológica desde la fundación de la Organización de Naciones Unidas hace 75 años.

El primer día del Debate General entre jefes de Estado de la ONU arrancó dentro de una cavernosa sala de la Asamblea General casi vacía (con algunos representantes de delegaciones sentados) realizada por primera vez de manera virtual como consecuencia de la pandemia mundial. Los discursos pregrabados se proyectaron dentro de la sala y a través de los canales de la organización multilateral que está festejando su 75 aniversario a sana distancia planetaria.

Trump declaró: “hemos realizado un batalla feroz contra el enemigo invisible, el virus chino, que ha quitado incontables vidas en 188 países” y demandó que “tenemos que hacer rendir cuentas a la nación que descargó esta plaga sobre el mundo: China”.

La frase de “el virus chino” ha sido denunciada como xenofóbica y racista por expertos de salud pública y políticos, pero se ha vuelto parte del discurso de Trump para fines electorales -el objetivo real del discurso de hoy. De hecho, minutos después de trasmitirse el video del discurso ya se estaba promoviendo como parte del paquete de propaganda electoral por su campaña.

El gobierno de Trump han mostrado su desdén a las agencias y los acuerdos multilaterales, retirándose más recientemente de la Organización Mundial de Salud en plena pandemia y anteriormente de Acuerdo de París sobre cambio climático y del acuerdo multilateral sobre Irán. Hoy reiteró su mensaje unilateral: “estoy orgullosamente poniendo primero a America”.

China, por su parte, aquí asumió el papel de poder mundial responsable resaltando el multilateralismo con su presidente. Xi Jinping declarando que a ningún país se le debería permitir “lo que quiera y ser el hegemónico, bully o jefe del mundo”. En su discurso pregrabado (y por lo tanto, no respondía al discurso de Trump esta mañana) agregó en obvia referencia a Trump sin mencionar su nombre, que la globalización es una realidad que no se puede ignorar ya que “el mundo jamás regresará al aislamiento y nadie puede cortar los vínculos entre países”. El mandatario chino sorprendido al anunciar que su país logrará la neutralidad en emisiones de carbono dióxido para 2060. A la vez, anunció nuevas donaciones de China a fondos de la ONU para el combate del Covid-19.

Vladimir Putin de Rusia se enfocó en la promoción de la cooperación multilateral para una respuesta global a la pandemia y resaltó que la vacuna que está desarrollando su país es “segura y efectiva”. A la vez critic´ que “sanciones ilegítimas” y otros mecanismos económicos son contrarios a esfuerzos para recuperar la economía mundial y también propuso un acuerdo para prohibir las armas en el espacio.

Miguel Díaz Canel de Cuba denunció la carrera armamentista impulsada por Estados Unidos, y declaró que la frase de Fidel Castro de “médicos y no bombas” es la divisa de su país. “Salvar vidas y compartir lo que somos y tenemos, al precio de cualquier sacrificio, es lo que brindamos al mundo” agregó. Resaltó la labor de la Brigada Internacional Medica Henry Reeve. Criticó severamente a Trump y a su gobierno por su “arrogancia sin precedente” y por ser un régimen “marcadamente agresivo y moralmente corrupto que desprecia y ataca al multilateralismo” y que emplea el “chantaje financiero” contra agencias multilaterales.

Hasssan Rouhani de Irán denunció a Washington por anular el acuerdo nuclear multilateral y por sus políticas de “máxima presión” contra el país, insistiendo en que no sólo las han resistido, sino que Irán ha “florecido y avanzado” al promover su papel “civilizado de paz y estabilidad”.

El aliado brasileño de Trump, Jair Bolsonaro, buscó mostrar más compasión con las víctimas de la pandemia, pero atacó a los medios por “politizar al virus” y generar pánico. A la vez, declaró que “somos víctimas de una de las campañas de desinformación más brutales sobre la Amazonia y el Pantanal…. somos líderes de la conservación de bosques tropicales”.

En la lista de hoy también les tocó el turno a mandatarios de Argentina, Colombia, Francia, Sudáfrica, Jordania, Chile, Corea del Sur, Turquía y otros que no sorprendieron al hacer discursos ya rutinarios ante la ONU sobre paz y cooperación con unas cuantas referencias a sus problemas regionales.

Todo empezó con las palabras del secretario general Antonio Guterres declarando que “de manera simultánea enfrentamos una crisis de salud, la peor calamidad económica y pérdida de empleo desde la Gran Depresión y nuevas amenazas peligrosas a los derechos humanos”.

Con palabras aparentemente destinadas a Trump y sus aliados como Bolsonaro, de que “el populismo y el nacionalismo han fracasado” y que la comunidad internacional debería de enfrentar los desafíos “guiados por la ciencia y atados a la realidad”. Advirtió que el planeta está enfrentando cuatro amenazas que “ponen en peligro nuestro futuro común” y enumeró las tensiones “geo-estratégicas”, la crisis climática, el deterioro de confianza mundial, los efectos negativos del universo digital y la pandemia.

Vale señalar que Trump es el líder que menor confianza tiene en el mundo, según un nuevo sondeo de Pew Research Center, con sólo un número medio de 16 por ciento de los encuestados en 13 países avanzados opinando que el estadunidense “haría lo correcto” en asuntos mundiales.

El desfile de discursos de los mandatarios o sus representantes de los 193 países miembros de la ONU continuará a lo largo de una semana.

Por ser virtual, los jefes de Estado incluyendo el presidente estadunidense se salvaron de estar en una ciudad que esta semana fue designada como una “jurisdicción anarquista” por el gobierno de Trump. La ciudad anarquista se salvó, al mismo tiempo, de la seguridad adicional y el costo multimillonario de tener que aguantar a los llamados líderes mundiales que tanto han hecho por este planeta.

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