Donald Trump se niega a hacer público memorándum sobre Rusiagate
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El documento es un informe de la oposición demócrata acerca de las investigaciones del FBI y el Departamento de Justicia sobre la posible injerencia rusa en los comicios presidenciales de 2016
El presidente Donald Trump no permitirá la publicación del memo con el que los demócratas del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes buscan balancear el documentos que sus colegas republicanos presentaron la semana pasada en el que se hicieron acusaciones sobre la supuesta politización del FBI al investigar la campaña presidencial republicana.
La Casa Blanca aduce razones de seguridad nacional para impedir que el documento sea presentado a la opinión pública como esperaban los demócratas, quienes aseguran que lo presentado por sus colegas republicanos muestra un panorama sesgado y buscan presentar lo que llaman un cuadro completo.
“Aunque el presidente está inclinado a desclasificar el memorando del 5 de febrero (presentado por los demócratas) porque el memorando contiene numerosos pasajes clasificados y especialmente sensibles”, indica una carta que envió la Casa Blanca al comité al cumplirse el plazo de cinco días que marca la ley para que la presidencia expresara su opinión.
En la carta, firmada por el consejero legal del presidente Donald McGahn, se pone a la disposición del comité a expertos del Departamento de Justicia en caso de que los demócratas quisieran hacerle los ajustes que la Casa Blanca estima necesarios para que sea publicable.
El viernes 2 de febrero, el presidente Trump permitió que los republicanos del comité publicaran el memo que redactó la oficina de Devin Nunes, a pesar de que tanto el Departamento de Justicia como el FBI le aconsejaron que no lo permitiera porque estimaban que ponía en riesgo investigaciones en marcha y presentaba una visión incompleta de los procedimientos especiales de vigilancia que usan las agencias de inteligencia estadounidense.
El memo de Nunes
El 'memo de Nunes', como se le conoce, se asegura que el FBI solicitó autorización a una corte especial FISA para espiar a un ex asesor de la campaña de Trump basado fundamentalmente en el llamado 'dossier' que el espía británico Christopher Steele preparó para la compañía de investigaciones políticas Fusion GPS a pedido, primero de un grupo republicano, y luego de la campaña de Hillary Clinton.
Ese 'dossier' contiene alguna información no verificada, y los republicanos lo presentan como la prueba de que toda la investigación del 'Rusiagate', los supuestos contactos entre la campaña de Trump y la inteligencia rusa para perjudicar a Clinton, está políticamente motivada.
El memo republicano no explica de qué manera se sabe que el FBI basó su solicitud en el 'dossier' y la única manera de saber si eso fue así es conociendo toda la documentación presentada a la corte FISA que es, por ley, clasificada. Pero el buró no está dispuesto a presentar esos datos porque asegura que pondría en peligro fuentes y daría pistas a quienes están bajo investigación sobre los métodos que usa la agencia.
Pero aunque la Casa Blanca y muchos republicanos aseguran que el memo demuestra que hubo un motivación política para lanzar la investigación del 'Rusiagate', cuando en octubre de 2016 el FBI solicitó autorización para vigilar a Page, él ya no trabajaba con la campaña. Además, Page estaba ya en el radar de la agencia al menos desde 2013 cuando se supo del supuesto esfuerzo ruso para reclutarlo como agente.