En Chile arrasa el SÍ para sepultar la Constitución de Pinochet en histórico plebiscito

Internacional
/ 26 octubre 2020

Tendrá Chile nueva Constitución, Chile sepultó la heredada de la dictadura de Augusto Pinochet

Chile decidió el domingo en un histórico plebiscito surgido en respuesta a las protestas sociales de hace un año redactar una nueva Constitución y enterrar su actual Ley Fundamental, heredada de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) y vista como el germen de las desigualdades que originaron las revueltas.

Los chilenos votaron abrumadoramente a favor del “Apruebo” (más del 78 por ciento de los votos), la opción que abre un proceso constituyente, y eligieron que este sea absolutamente ciudadano, encargando la redacción de la nueva Carta Magna a una convención constitucional (79 por ciento de los votos) que estará compuesta por 155 personas elegidas por votación popular solo para ese fin.

Votó la mitad de los casi 15 millones de electores habilitados, un poco más de siete millones.  

Exactamente un año después de que millones de chilenos marcharan por las calles del país expresando su indignación frente al estado de situación —léanse paupérrimas pensiones, bajísimos salarios, altos costos del transporte, abusos de precios en los bienes esenciales, ausencia de derechos sindicales, privatización de los derechos sociales y mucho más—, esa multitud aplastante transformó su indignación volcándose a las urnas de manera apabullante.

Ciudadanía, la gran protagonista El resultado pone a la ciudadanía en el centro de un proceso único que comenzó con la toma de las calles a partir del 18 de octubre de 2019 con masivas manifestaciones -autoconvocadas, sin líderes y al margen de los partidos políticos- para reclamar un modelo socioeconómico más justo.

La rebelión ciudadana motivó a la clase política a tratar de canalizar el descontento mediante en un plebiscito, en el que hoy los chilenos decidieron que cambiarán la Constitución y que serán ellos quienes conformen, de forma paritaria, la convención que elaborará el nuevo marco legislativo y de convivencia del país.

Esta elección de constituyentes se llevará a cabo el 11 de abril de 2021 y la mitad de sus integrantes serán mujeres y la otra mitad hombres. Además, está por debatirse si habrá escaños reservados para los pueblos indígenas en la convención.

“Hoy ha triunfado la ciudadanía y la democracia. Hoy ha prevalecido la unidad sobre la división y la paz sobre la violencia. Y esto es un triunfo de todos los chilenos que amamos la democracia, la unidad y la paz. Y sin duda, este triunfo de la democracia nos debe llenar de alegría y esperanza”, dijo el presidente de Chile, Sebastián Piñera, sobre el resultado del plebiscito.

El fin de una era La Constitución de Pinochet fue reformada multitud de veces durante los últimos 30 años de democracia, quedando despojada de sus enclaves autoritarios y antidemocráticas, pero siguió siendo el sostén del modelo neoliberal chileno e impedía grandes reformas estructurales como las claman los ciudadanos en salud, educación y pensiones, entre otras.

La nueva Carta Magna nacerá en democracia y acabará definitivamente con uno de los últimos reductos de la era Pinochet, mientras que el cambio de modelo socioeconómico dependerá de los consensos que los constituyentes alcancen.

Las disposiciones del nuevo texto deberán ser aprobadas por dos tercios de los constituyentes, lo que va a derivar en grandes acuerdos y obligará a dejar de lado las posturas más radicales.

El nuevo texto queda legitimado en origen por la elección de este domingo y volverá a ser sometido a referéndum, con voto obligatorio, una vez que se haya acabado de redactar, un proceso que llevará casi dos años a partir de esta jornada.

“Este plebiscito no es el fin, es el comienzo de un camino, que juntos deberemos recorrer para acordar una nueva Constitución para Chile. Hasta ahora la Constitución nos ha dividido. A partir de hoy, todos debemos colaborar para que la nueva Constitución sea el gran marco de unidad, de estabilidad y de futuro”, expresó Piñera.

La alta diferencia entre los resultados de las dos opciones suponen un amplio respaldo para el tiempo que queda por delante hasta que la nueva Ley Fundamental esté redactada, en el que está por ver qué presión ejercerá la calle, en un contexto de pandemia y con un 2021 por delante en el que habrá hasta tres procesos electorales entre comicios regionales y nacionales.

El anuncio de este plebiscito el 15 noviembre de 2019, acordado entre casi todas las fuerzas políticas con representación parlamentaria, aspiraba a lograr la paz social tras varias semanas de protestas, que además de manifestaciones pacíficas dieron lugar también a eventos de extrema violencia, con incendios, saqueos, destrucción de mobiliario, al menos 30 muertos y miles de heridos.

En la palestra quedaron también las fuerzas de seguridad, sobre las que recaen miles de denuncias por represión y violación de derechos humanos en su actuar al contener las protestas.

Con información de EFE

 

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