Estos son los cinco hallazgos sobre Donald Trump... el gran perdedor: New York Times

Internacional
/ 9 mayo 2019

The New York Times ha revelado datos de un periodo de diez años de ejercicios fiscales que muestran los fracasos financieros del magnate presidente

La declaración de impuestos oculta de Donald Trump ha sido el objeto de las investigaciones tanto de medios como de funcionarios demócratas de Estados Unidos, ya que el actual mandatario rompió con la tradición presidencial de hacer pública su información fiscal.

Tema en el que The New York Times recientemente ha revelado datos de un periodo de diez años de ejercicios fiscales, la cual va de 1985 a 1994 y que muestra los fracasos financieros del magnate presidente, así como el volátil enfoque que caracteriza sus negocios.

La información fiscal que acaba de salir a la luz abarca un periodo anterior de la carrera empresarial de Trump, y el Times no obtuvo las declaraciones de impuestos originales. No obstante, obtuvo impresiones de trasuntos de las declaraciones de impuestos oficiales del Servicio de Impuestos Internos (IRS), con las cifras de su formato de declaración federal, el 1040, de alguien que tuvo acceso de manera legal a dicho documento", se lee.

De acuerdo con el diario, a lo largo de una década, las ganancias generadas por los casinos, hoteles y locales comerciales en edificios de departamentos que posee Trump, entre otros negocios, sumaron mil 170 millones de dólares en pérdidas.

Estos son los cinco hallazgos que arroja la investigación del Times:

Trump siempre estuvo en números rojos
Acorde a la información recabada, aún antes de que saliera a la luz el libro titulado Trump: El arte de la negociación (1987), Donald ya se reportaba con apuros financieros.

Pese a que en 1985 Forbes lo incluyó por primera vez de manera individual, respecto a su padre Fred Trump, en ese mismo año su negocio principal reportó una pérdida de 46.1 millones de dólares. En adición acumulaba una baja por 5.6 mdd de años anteriores.

Los documentos revisados apuntan que los negocios de Donald Trump no pagaban impuestos federales sobre la renta, ello debido al régimen fiscal estadounidense.

La persona física qué más habría perdido
Entre los fracasados negocios que Trump emprendió en aquella década se encuentra la compra por 365 millones de dólares de Eastern Airlines; aerolínea que no generó ganancias y registró un costo de operatividad mensual por más de 7 millones de dólares; también se hizo de un hotel y casino, el Trump Taj Mahal, el cual abrió en 1990 con una deuda de más de 800 millones en deuda. Al absorber los ingresos de sus otros casinos, estos también tuvieron grandes pérdidas.

Entre 1990 y 1991, los principales negocios del magnate sumaron un déficit superior a los 250 millones de dólares al año.

"En ´El arte de la negociación´, Trump hizo referencia a uno de sus casinos de Atlantic City para demostrar cómo funciona (la depreciación). Se construyó con 400 millones de dólares y se depreciaba a una tasa del cuatro por ciento anual, dijo, lo cual le permitía deducir 16 millones de dólares de ingresos sujetos a impuestos anualmente".

Según NYT este ejemplo muestra que la depreciación por sí sola no da cuenta de los cientos de millones de dólares en pérdidas que declaró en sus impuestos.

Ocho años sin pagar ISR
Debido a que los propietarios de negocios pueden usar sus pérdidas con el fin de no pagar futuros impuestos, Trump pudo registrar en 1995 un total de 915,7 millones de dólares, conocido como pérdida neta de operación.

De acuerdo con la información recién revelada estas pérdidas netas de operación aumentaron a lo largo de los años hasta llegar a los 418 millones de dólares en 1991. "Ese fue el uno por ciento de todas las pérdidas que el IRS reportó que habían declarado las personas físicas ese año".

Estas pérdidas fueron las que lo libraron de pagar el impuesto sobre la renta durante ocho años.

Millonario haciendo creer a sus socios que era un tiburón financiero
En provecho de su imagen de magnate, Trump tenía una práctica que lo hizo evitar el colapso financiero de sus negocios, pues compraba acciones de una empresa con dinero prestado; posteriormente divulgaba públicamente sobre ciertas intenciones de absorber la empresa en cuestión; para después vender en secreto dichas acciones a un precio mayor del que las había adquirido, generado por la especulación.

Alan C. Greenberg, corredor de bolsa de Trump dijo que el presidente "tiene el apetito de un buitre de las montañas Rocosas". "Le gustaría ser dueño del mundo", agregó.

Como resultado de este hacerse pasar como un tiburón financiero, logró declarar entre 1986 y 1989, 67.3 millones en ganancias de acciones y otros activos comprados y vendidos en un mismo ejercicio fiscal. Sin embargo todas estas ganancias también fueron perdidas, pues los inversionistas se dieron cuenta del verdadero negocio de Trump.

La fuente de sus elevados ingresos por intereses es desconocida
En 1989 Trump reportó 52.9 mdd tan sólo en ingresos por intereses, sin embargo la fuente de dicho dinero no es conocida.

Cabe destacar que durante los tres años previos el actual mandatario registró ingresos crecientes en este ramo por 460.566 dólares (1986), 5.5 millones de dólares (1987) y 11.8 mdd (1988).

Los hallazgos públicos de los reguladores de casinos de Nueva Jersey no muestran pruebas de que fuera propietario de algo capaz de generar ese elevado monto de intereses. Tampoco hay evidencia de ello en un informe de 1990 de su situación financiera, que elaboraron contadores que contrató a solicitud de sus banqueros".

No obstante, la caída de este ingreso también fue rápida, ya que para 1992 declaró la cantidad de 3.6 millones de dólares.

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