Firma Donald Trump en Arabia Saudí un megaacuerdo armamentístico
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El acuerdo prevé que en un plazo de diez años, Arabia Saudí compre a EU armas por un total de unos 350,000 mdd por lo que se trataría de uno de los acuerdos armamentísticos más grandes jamás pactados entre los dos países.
Estados Unidos y Arabia Saudí firmarán durante la visita del presidente Donald Trump a Riad una declaración de intenciones para un megaacuerdo armamentístico por un volumen de más 110,000 millones de dólares (casi 100, 000 millones de euros), informó hoy un portavoz de la Casa Blanca en la capital saudí.
El acuerdo prevé que en un plazo de diez años, Arabia Saudí compre a Estados Unidos armas por un total de unos 350,000 millones de dólares, por lo que se trataría de uno de los acuerdos armamentísticos más grandes jamás pactados entre los dos países.
"Este paquete de equipos y servicios militares apuntala a largo plazo la seguridad de Arabia Saudí y de la región del Golfo con vistas a las amenazas iraníes", explicó el portavoz a periodistas que acompañan a Trump en su visita a Riad.
El portavoz agregó que el acuerdo también refuerza la posibilidad del reino saudí de participar en operaciones antiterroristas, rebajando de esta manera la presión sobre el Ejército estadounidense.
Ya antes de la llegada de Trump a Riad, medios estadounidenses habían informado del proyectado acuerdo. Según el "Washington Post", el acuerdo prevé la entrega a Arabia Saudí de barcos para la guardia costera, el sistema de defensa THAAD contra misiles de corto y medio alcance, vehículos blindados, misiles, artefactos explosivos y municiones.
Trumpa había aterrizado a bordo del avión presidencial, el Air Force One, a las 06:45 GMT en el aeropuerto internacional Rey Jalid de Riad. El presidente y su esposa Melania desembarcaron sobre una alfombra roja flanqueada por guardias de seguridad saudíes y fueron recibidos por el rey Salman.
Melania Trump prescindió de velo al descender del avión, algo que ya hizo la ex primera dama Michelle Obama en 2015, un gesto que entonces había criticado Trump. La esposa de Trump iba ataviada con un traje negro fluido ceñido con un gran cinturón dorado.
El monarca del reino ultraconservador saludó con un apretón de manos tanto al mandatario como a la primera dama. Esto último puede ser considerado escandaloso por muchos musulmanes conservadores del pais, donde las mujeres no pueden salir a la calle con el cabello descubierto.
"Me alegro de verles", dijo el monarca saudí. Los dos líderes charlaron durante unos minutos antes de tomar un tradicional café árabe en el interior del hall del aeropuerto.
"Me alegro de estar en Riad, Arabia Saudí", tuiteó por su parte el presidente estadounidense, que el viernes aseguró que representaría "las opiniones del pueblo estadounidense de forma clara y franca" ante el rey saudí y el resto de líderes con los que se reunirá durante su visita.
Trump, acompañado también por su hija Ivanka y su esposo, Jared Kushner, mantuvo más tarde una reunión oficial con el monarca y con el príncipe heredero Muhammad bin Naif.
Según informó la casa real saudí, a Trump le fue concedida la principal distinción del país, la Medalla Abdel Aziz, por sus esfuerzos para mejorar las relaciones bilaterales y difundir la paz y la estabilidad en el mundo.
Además de la firma del acuerdo armamentístico, Trump pretende en Arabia Saudí, la cuna del islam, sobre todo forjar una cooperación más sólida con el mundo islámico en la lucha contra el terrorismo y definir una posición más dura frente a Irán, el archirrival de Arabia Saudí en la región.
Trump visitará cinco países en ocho días pero su primera gira internacional se verá seguramente empañada por el escándalo sobre las supuestas conexiones de su equipo electoral con Rusia. El ex director del FBI James Comey -a quien Trump destituyó- se mostró el viernes dispuesto a declarar ante la Comisión de Inteligencia del Senado.
El domingo, Trump se reunirá con líderes del Consejo de Cooperación del Golfo, encabezado por Arabia Saudí. El lunes partirá de Arabia Saudí para visitar Israel y después viajará al Vaticano, Bélgica -donde asistirá a una cumbre de la OTAN- e Italia, para asistir el próximo fin de semana a la cumbre del G7.