Inflación, pobreza y desempleo marcan gobierno de Macri
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Macri asumió el pasado 10 de diciembre con el compromiso de transparentar los indicadores nacionales que perdieron credibilidad
Buenos Aires.- El presidente de Argentina, Mauricio Macri, cumplirá mañana cinco meses de un gobierno marcado por altos niveles de inflación, mayor pobreza y desempleo y crecientes protestas, pero con la promesa de que la crisis comenzará a reducirse durante el segundo semestre de este año.
Macri asumió el pasado 10 de diciembre con el compromiso de transparentar los indicadores nacionales que perdieron credibilidad luego de que el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) fuera intervenido por el gobierno del fallecido ex presidente Néstor Kirchner en 2007.
Sin embargo, cinco meses después el macrismo todavía no puede dar a conocer una cifra oficial del alza de costo de vida, aunque estimaciones privadas y de comisiones especiales del Congreso señalan que la inflación en este breve periodo de gestión oscila entre el 30 y el 40 por ciento.
Macri sigue justificando las altas tasas de inflación, que se traducen en aumentos constantes de alimentos, ropa y todo tipo de productos y servicios, con el discurso de que forman parte de “la mala herencia recibida”, como ha resumido los 12 años y medio de gobiernos kirchneristas.
La situación económica de los argentinos es muy delicada, ya que los incrementos salariales que los sindicatos negocian anualmente todavía no culminan, pero difícilmente se podrán poner a la par de la inflación.
A ello se le suman los “tarifazos”, ya que este año se duplicaron los precios del transporte público de la capital y la zona metropolitana, hubo subas del 500 por ciento en la luz, de más de 300 por ciento en agua y gas, del 66 por ciento en el metro y del 6.0 por ciento en la gasolina.
Desde que asumió, Macri impulsó una política de despidos que ya afectó a por lo menos 150 mil empleados del sector privado y público que se quedaron fuera del mercado laboral y con escasas expectativas de reinsertarse en el corto plazo.
Pese a que el presidente negó que hubiera despidos masivos, este lunes reunió a empresarios en la Casa Rosada y logró un compromiso para evitar que echen a más trabajadores por lo menos durante los próximos tres meses.
Los despidos, la inflación y los “tarifazos” formaron una mezcla explosiva que derivó en un inmediato aumento de la pobreza, sobre la cual tampoco hay todavía datos oficiales, pero que un estudio de la Universidad Católica Argentina (UCA) ya estimó en el 33 por ciento.
Más allá de las cifras, en la capital y en la zona metropolitana es evidente el aumento de las filas en los comedores populares, la presencia de gente que vive en la calle y los cambios de hábito de muchos ciudadanos que ya no salen a comer afuera o el cierre de negocios.
Ante este escenario, el presidente ha advertido de manera reiterada que a él le duelen “hasta personalmente” algunas de las medidas que ha tomado, pero insiste en que durante la segunda mitad del año la inflación comenzará a bajar y se verán las bondades de su proyecto económico.
El segundo semestre ya se convirtió en un plazo mítico que genera esperanza en el gobierno y burlas en sus opositores, mientras en las calles se multiplican las protestas callejeras que repudian las medidas de Macri, cuya popularidad, de acuerdo con algunas encuestas, ya bajó del 60 a menos del 50 por ciento en estos cinco meses.