Kuwait retira a su embajador en Irán; Bahrein suspende vuelos

Internacional
/ 6 enero 2016

El vicepresidente de Irán, Mohammad Bagher Nobakht, dijo el martes al dirigirse a la prensa que los servicios de inteligencia del país investigan los ataques a misiones diplomáticas

TEHERÁN.- Arabia Saudita “no puede ocultar su crimen” de ejecutar a un destacado clérigo chií sólo con cortar las relaciones con Irán, afirmó ayer el líder iraní, mientras los aliados del reino árabe empezaban a limitar sus lazos diplomáticos con Teherán.

Las declaraciones del presidente iraní, Hassan Rouhani, se producían después de que Kuwait anunciara la retirada de su embajador en Irán por los ataques contra delegaciones diplomáticas saudíes en la república islámica.

La ejecución el fin de semana del jeque Nimr al-Nimr, un clérigo chií y destacado opositor, en Arabia Saudita, agravó la rivalidad regional entre Riad y Teherán y amenaza con descarrilar los ya frágiles esfuerzos de paz para las guerras en Siria y Yemen.

Rouhani habló sobre la actual crisis diplomática con el ministro danés de Exteriores Kristian Jensen, de visita en el país, según un comunicado en el sitio web del presidente iraní.

“El gobierno saudí ha tomado una medida extraña y cortado sus relaciones diplomáticas con la República Islámica de Irán para cubrir sus crímenes de decapitar a un líder religioso en su país”, indicó Rouhani.

Sin duda, estas acciones no pueden cubrir un crimen tan severo”, agregó.

El vicepresidente de Irán, Mohammad Bagher Nobakht, dijo el martes al dirigirse a la prensa que los servicios de inteligencia del país investigan los ataques a misiones diplomáticas y que los agentes policiales que no llevaron a cabo acciones para frenar los ataques serían procesados.

La policía iraní dijo que por lo menos 50 personas han sido arrestadas en relación al ataque.

La crisis diplomática comenzó el sábado cuando Arabia Saudita ejecutó al clérigo Al Nimr y otras 46 personas condenadas por delitos de terrorismo. 

Fue la ejecución más numerosa en el país desde 1980.

Al-Nimr, que fue una figura central en las protestas de la minoría chií inspiradas en la Primavera Árabe, negó haber llamado a la violencia. Las noticias sobre su ejecución provocaron protestas chiíes desde Bahrein hasta Pakistán. 

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