Los ruegos de la esposa del hombre negro tiroteado en Charlotte: “¡No va armado!”
Scott se dirige a su esposo mientras graba con su teléfono móvil la escena del aparcamiento donde murió a tiros este martes.
“No le disparen, no le disparen, no tiene una pistola, no tiene una pistola”. Esa es una de las frases que repite la mujer de Keith Lamont Scott, el hombre negro de 43 años muerto en Charlotte a manos de la policía, en un vídeo obtenido en exclusiva a The New York Times este viernes, que capta los segundos previos y posteriores a la muerte de su marido.
Scott se dirige a su esposo mientras graba con su teléfono móvil la escena del aparcamiento donde murió a tiros este martes. En la grabación se observa a cinco policías rodeando un coche blanco en el que supuestamente se encontraba Scott antes de ser abatido. Los agentes repiten la frase “tire la pistola” hasta doce veces. La mujer insiste en tono explicativo, “No tiene una pistola, tiene una lesión cerebral, no va a haceros nada, se acaba de tomar su medicina”.
Los agentes desoyen las palabras de la mujer y uno de ellos pide una porra para romper el cristal del coche. “Keith, no les dejes romper las ventanas, sal del coche”, sigue diciendo la mujer de Scott, cada vez más desesperada. “Keith sal del coche”. Acto seguido, se oyen varios disparos que la cámara no muestra. La mujer vuelve a enfocar la cámara y se acerca hacia los policías, que observan el cuerpo de Scott en el suelo, delante de uno de los coches de la policía.
Desde el martes, la ciudad de Charlotte ha sido el epicentro de fuertes disturbios por la muerte de Scott, que llegó sólo un día después de que un vídeo mostrara como una agente de policía había disparado a Terence Crutcher, otro hombre afroamericano en Tulsa, Oklahoma. El motivo central de las protestas ha sido la reivindación de que la policía hiciera pública la grabación del incidente para esclarecer si Scott había representado una amenaza para los agentes, en el caso de que llevara un arma o desobedeciera sus instrucciones.
Una vez más, la grabación con un teléfono móvil realizada por un testigo del suceso, puede resultar determinante en el esclarecimiento de la responsabilidad de la policía. Hace apenas unos meses, la novia de Philando Castile grabó su conversación con un agente de tráfico antes que éste le disparara cuando todavía permanecía en el interior del vehículo, sentado a su lado.
El punto de inflexión en el uso este tipo de tecnologías como medio para mostrar la realidad en estas situaciones llegó tras la muerte en Ferguson, Misuri, de un afroamericano a manos de la policía en agosto de 2014. Desde entonces, los departamentos de policía del país han incorporado cámaras al uniforme de los agentes para lograr un mayor control sobre sus acciones y evitar que, casos como el Crutcher -- en el que la agente disparó sin ningún motivo aparente -- pasen desapercibidos, sin ninguna repercusión para los responsables. La difusión de este tipo de imágenes ha reabierto un debate sobre la discriminación en EE UU en los últimos dos años.