Mitt Romney, el primer senador en votar para condenar a un presidente de su propio partido
COMPARTIR
'Rompe' con los republicanos y vota a favor de condenar al presidente de Estados Unidos
El senador republicano por Utah, Mitt Romney, selló un lugar en la historia este miércoles al votar a favor de destituir al presidente Donald Trump por abuso de poder.
Romney dijo que su "juramento ante Dios" requiere que él encuentre a Trump culpable del primer artículo de juicio político (abuso de poder) de la Cámara de Representantes. Se convirtió en el primer senador en votar para condenar a un presidente de su propio partido en un juicio político.
El candidato presidencial republicano de 2012 es el crítico republicano más persistente de Trump en el Congreso y fue uno de los dos únicos senadores del partido que votó a favor de citar testigos en el juicio al Senado de Trump. La otra, Susan Collins, comentó que votaría para absolver al presidente, a pesar de decir que la conducta de Trump fue incorrecta.
Otros republicanos, incluidos Lamar Alexander de Tennessee, Lisa Murkowski de Alaska y Ben Sasse de Nebraska, han reprendido de manera similar al mandatario por solicitar al presidente de Ucrania que investigue al exvicepresidente Joe Biden, pero dijeron que votarían 'no culpable'.
"Enormes consecuencias"
Romney aseveró que sabe que habrá "enormes consecuencias" para su voto, ya que cualquier republicano que vaya en contra de Trump corre el riesgo de una reacción violenta por parte de los votantes republicanos. Romney no volverá a estar en la boleta electoral en su estado natal de Utah hasta 2024.
"¿Alguien cree seriamente que consentiría estas consecuencias además de una convicción ineludible de que mi juramento ante Dios me lo exigió?", apuntó Romney.
A los pocos minutos del discurso de Romney en el Senado, Donald Trump Jr., el hijo mayor del presidente, dijo que el congresista de Utah debería ser expulsado del Partido Republicano.
Romney explicó que quería escuchar el testimonio del exasesor de seguridad nacional John Bolton con la esperanza de que podría "plantear dudas razonables y así eliminar de mí la terrible obligación de votar por la destitución".
"Con mi voto les diré a mis hijos, sus hijos, que cumplí con mi deber lo mejor que pude, creyendo que mi país esperaba esto de mí", remarcó Romney.