OTAN celebra sus 75 años bajo la sombra de la guerra en Ucrania
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La OTAN celebraba hoy su 75 aniversario con la promesa de mantener el apoyo a Ucrania en momentos en que las tropas rusas mejor armada toman la iniciativa en el campo de batalla
BRUSELAS- El aniversario llegó mientras la alianza de ahora 32 países estudiaba un plan para proporcionar un apoyo militar más predecible en el largo plazo para Ucrania. Kiev, que sufre un grave desabastecimiento de munición, bajó esta semana la edad de reclutamiento de 27 a 25 años en un intento de reforzar sus mermadas filas.
“Ucrania está bajo fuertes ataques, quiero decir a diario, constantemente”, dijo a la prensa el ministro estonio de Exteriores, Margus Tsahkna, que pidió más material militar para Ucrania como defensas antiaéreas, drones y proyectiles de artillería.
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“Debemos dar a Ucrania estos sistemas que no estamos utilizando, para proteger a su población, infraestructura civil y también infraestructura energética”, dijo antes de una ceremonia con sus homólogos para conmemorar la firma del tratado fundacional de la OTAN, el 4 de abril de 1949 en Washington.
Hay un festejo mayor previsto para la reunión de líderes de la OTAN en Washington del 9 al 11 de julio.
Cientos de miembros de la alianza llenaron el amplio espacio en el centro de la sede de la OTAN en Bruselas, mientras decenas de personas más miraban desde escaleras y pasillos con ventanales de cristal mientras bandas militares belga y holandesa interpretaban el himno de la OTAN ante el documento original del Tratado de Washington.
“Me gusta el Tratado de Washington. Entre otras cosas porque es muy corto”, dijo con una sonrisa el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg. “Apenas 14 párrafos en unas pocas páginas. Nunca un único documento con tan pocas palabras han supuesto tanto para tanta gente. Tanta seguridad. Tanta prosperidad, y tanta paz”.
A las afueras de Bruselas el miércoles por la noche, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, rindió homenaje a “los millones de soldados, marineros y aviadores cuyo valor y disposición para poner sus vidas en juego han dado peso a nuestro sagrado compromiso de defendernos unos a otros”.
Blinken dijo que mientras los ministros de exteriores celebraban más de siete décadas de paz, “la seguridad —junto con los principios fundamentales de la alianza de democracia, libertad y estado de Derecho— se ven amenazados una vez más por aquellos que creen que la fuerza les da la razón (...) y los que intentan redibujar las fronteras por la fuerza”.
El ministro sueco de Exteriores, Tobias Billström, participaba en su primera reunión ministerial desde que su país se convirtió en el 32do miembros de la OTAN el mes pasado. La invasión rusa de plena escala en Ucrania en febrero de 2022 empujó a Suecia y su vecino nórdico Finlandia a los brazos de la OTAN.
“La OTAN representa la libertad de elegir”, dijo la ministra finlandesa de Exteriores, Elina Valtonen, en un comentario sobre la reciente entrada de los vecinos nórdicos. “Países democráticos, personas libres, decidieron unirse. A diferencia de cómo se expande Rusia por agresión o por anexión ilegal”.
Las filas de la alianza casi se han triplicado en las más de siete décadas desde sus 12 miembros fundacionales. Finlandia y Suecia se unieron en un tiempo récord para cobijarse bajo la garantía de la OTAN de seguridad colectiva, tras verse presionados por líderes populistas en Turquía y Hungría que reclamaban compensaciones por aceptar su entrada.
Esa promesa, el Artículo 5 del Tratado de Washington, que fue trasladado a Bruselas para la ceremonia, estipula que un ataque contra cualquier miembro debe recibir una respuesta unificada. Sólo se ha utilizado una vez, tras los ataques de Al Qaeda en suelo estadounidense en 2001.
Entre sus éxitos más recientes del grupo tras la Guerra Fría y la caída del Muro de Berlín, la OTAN podría mencionar su campaña aérea de 1999 contra la antigua Yugoslavia para poner fin a una sangrienta represión contra separatistas de etnia albanesa y sus esfuerzos por evitar una guerra civil en Macedonia en 2001.
En el extremo opuesto está Afganistán. La OTAN tomó el mando de la operación de seguridad allí en 2003 y se convirtió la más larga, costosa y mortífera en la historia de la alianza. Se vio marcada por una caótica retirada en agosto de 2021 que abandonó muchos de los logros alcanzados durante casi dos décadas de campaña.
Ahora Ucrania también quiere un puesto en la mesa de la OTAN, pero la alianza funciona por unanimidad y no hay un consenso sobre si debe unirse. De todos modos, la mayoría de los aliados se oponen a incluirla mientras continúe la guerra. Por ahora, la OTAN solo promete que su puerta está abierta para que Ucrania la cruce algún día en el futuro.
Putin dijo haber emprendido la guerra, al menos en parte, porque la OTAN se estaba expandiendo más cerca de las fronteras rusas.
Los aliados de la OTAN tampoco están de acuerdo sobre si armar a Ucrania. Como organización, la alianza sólo ofrece apoyo no letal como vehículos de transporte, combustible, raciones de combate, suministros médicos y equipamiento de desminado. Sin embargo, muchos miembros ofrecen armas y municiones de forma bilateral o en grupos.
El grueso de los esfuerzos de la OTAN desde que las tropas rusas empezaron a concentrarse para la invasión ha sido reforzar sus propias fronteras cerca de Rusia y Ucrania para disuadir al presidente, Vladímir Putin, de atacar después a algunos de los aliados.
El artículo 5 pasó quizá su prueba más dura durante el mandato de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, de lejos el país más poderoso del grupo. Trump sugirió que Estados Unidos podría no acudir en defensa de cualquier aliado de la OTAN que no hubiera aumentado su gasto de defensa al menos al 2% de su productor interno bruto, como acordaron hacer en 2014.
Trump ha reiterado la amenaza durante la campaña electoral este año. La OTAN estima que 18 de sus 32 miembros alcanzarán ese objetivo este año, en comparación con apenas 3 hace una década.
Los líderes de Hungría y Turquía también han socavado la unidad de la OTAN desde dentro. Hungría insiste en que es hora de hacer las paces con Rusia, y en el pasado ha vetado reuniones de alto nivel con Ucrania. Turquía, con apoyo de Hungría, también demoró el ingreso de Suecia hasta obtener promesas de contratos de defensa.
Es probable que ambos pongan a prueba la paciencia de sus socios de nuevo cuando la OTAN busque un sucesor para Stoltenberg, que es el secretario general que más tiempo ha estado en el cargo y deja el puesto en octubre. El primer ministro de Holanda, Mark Rutte, es de lejos el favorito para sustituirle. Hungría y Turquía, una vez más, tienen sus reservas.