Pelosi da un discurso maratónico de 8 horas en defensa de los “dreamers”
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Pelosi, de 77 años, pasó gran parte de la maratónica sesión leyendo cartas personales de los jóvenes inmigrantes, cuyas protecciones temporales de deportación están programadas para terminar el próximo mes.
La líder de la minoría en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, protagonizó el miércoles un histórico discurso de ocho horas en un intento por forzar a la cámara baja a votar sobre protecciones a los “dreamers”, y para demostrarles a los indignados progresistas y activistas que ha hecho todo lo posible.
Con zapatos de tacón de 10 centímetros y sin tomar un solo descanso, Pelosi, de 77 años, pasó gran parte de la maratónica sesión leyendo cartas personales de los jóvenes inmigrantes, cuyas protecciones temporales de deportación están programadas para terminar el próximo mes. La demócrata por California citó la Biblia y al papa Francisco, mientras los demócratas se turnaban para ocupar asientos detrás de ella en una señal de apoyo. La Oficina de Historia de la Cámara de Representantes indicó que se trata del discurso continuo más largo del que se tenga registro.
“Vean, están deportando a estas personas”, dijo Pelosi después de unas seis horas de discurso. “Hoy podemos hacer algo para, por lo menos, socorrer a los niños”.
La presentación no causó un impacto inmediato entre los líderes republicanos, que no acordaron sostener una votación. Pero el discurso tal vez también fue dirigido al ala liberal del propio partido de Pelosi, que enfureció el miércoles después de que los senadores demócratas llegaron a un acuerdo presupuestal que podría robarle rápidamente el ímpetu al esfuerzo por resolver el calvario de los “dreamers”.
Mientras Pelosi hablaba en el pleno de la Cámara de Representantes, activistas migratorios se manifestaban en Washington y amenazaban con repercusiones políticas contra los legisladores demócratas que abandonaron la estrategia de exigir que un acuerdo presupuestario esté ligado a uno en materia migratoria. Las nuevas amenazas dejaron al descubierto las profundas divisiones dentro del Partido Demócrata, que batalla para solucionar una prioridad liberal ante el Congreso, donde los republicanos son mayoría.
“No soy una demócrata leal”, dijo Linda Sarsour, activista política que fue una de las organizadoras de la Marcha de las Mujeres 2017. “Este año nos integraremos a las primarias y vamos a descartar a los demócratas que no tuvieron el valor de defender a nuestra familia indocumentada”.
Los activistas que el miércoles ocuparon una iglesia de Washington, al igual que varios líderes liberales en todo el país, se refirieron a Pelosi y al líder de la minoría en el Senado, Chuck Schumer, por su nombre. Algunos criticaron el discurso de Pelosi, que tenía la intención de provocar que el presidente de la cámara baja, Paul Ryan, prometiera una votación a una legislación subsecuente para proteger a jóvenes inmigrantes. Los activistas resaltaron que la promesa de Ryan está lejos de ser una garantía.
“¿En qué están pensando? Están entregando su capacidad de negociación”, dijo Angel Padilla, director político del grupo liberal Indivisible. “Todos esos votos van a contar en noviembre”.
Pelosi inició con su discurso a las 10 a.m. y dejó el pleno a las 18:11.
Hacia el final de la sesión, las muestras más claras de cansancio fueron la voz temblorosa, algunas palabras entrecortadas y una serie de estornudos. En un momento interrumpió para leer una nota del historiador de la cámara avisándole que había superado el récord del discurso continuo más largo, de cinco horas y 15 minutos que dio el representante Champ Clark en 1909, respecto a la reforma arancelaria.
En juego está el destino de los casi 1.8 millones de inmigrantes que fueron traídos al país durante su infancia y viven aquí ilegalmente. Muchos de los llamados “dreamers” podrían perder en las próximas semanas sus protecciones contra la deportación que obtuvieron del gobierno de Obama en 2014 y que Trump canceló a finales del año pasado.
No hay tema más importante para los votantes más apasionados del Partido Demócrata, quienes insisten en que el partido rechace cualquier acuerdo presupuestal que no incluya protecciones para los jóvenes inmigrantes incluso si eso significa arriesgarse a un segundo cierre de gobierno este año. El gobierno federal cerrará sus operaciones no esenciales a la medianoche del jueves a menos que el Congreso apruebe un proyecto de egresos.