Pierbattista Pizzaballa, patriarca latino de Jerusalén lamenta “la injusticia” de la ocupación israelí
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En opinión, de Pierbattista Pizzaballa, tras el inicio de la guerra entre Israel y Hamás en Gaza, ha sido un golpe para el diálogo interreligioso en Tierra Santa entre cristianos, judíos y musulmanes
ROMA- El patriarca latino de Jerusalén y máximo representante católico en Tierra Santa, el cardenal Pierbattista Pizzaballa, lamentó este jueves “las dramáticas consecuencias” de la ocupación israelí sobre territorio palestino, denunció “la injusticia” derivada de ello e instó a seguir proponiendo “el camino cristiano de la paz”.
“La ocupación israelí de los territorios de Cisjordania existe en Tierra Santa desde hace décadas, con todas sus dramáticas consecuencias para la vida de los palestinos y también para los israelíes”, dijo Pizzaballa en una clase magistral en la Universidad Lateranense de Roma, informó la agencia Servicio de Información Religiosa (SIR).
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Pizzaballa aseguró que “la primera y más visible consecuencia de esta situación política es la condición de injusticia, de no reconocimiento de los derechos básicos y de sufrimiento en que vive la población palestina” en territorio cisjordano, sujeta a un largo régimen de ocupación y colonización desde que Israel tomó su control en la Guerra de los Seis Días de 1967.
También remarcó que el estallido de la guerra entre Israel y el grupo islamista Hamás en Gaza el 7 de octubre ha sido un golpe para el diálogo interreligioso en Tierra Santa entre cristianos, judíos y musulmanes.
A su vez, lamentó que “la palabra de los líderes religiosos esté muy ausente en esta guerra”, tras más de seis meses de ofensiva militar israelí sobre Gaza que se han saldado con más de 34,600 palestinos muertos y una devastación masiva en la Franja.
“Salvo contadas excepciones, en los últimos meses no se han escuchado por parte del liderazgo religioso discursos, reflexiones o plegarias distintas a la de cualquier otro líder político o social”, criticó.
En su opinión, esto contribuyó a que “las relaciones interreligiosas que parecían consolidadas ahora parezcan arrastradas por un peligroso sentimiento de desconfianza”.
“Esta guerra es un parteaguas en el diálogo interreligioso, que no podrá ser como antes, al menos entre cristianos, musulmanes y judíos”, añadió el religioso, que consideró que tras este conflicto se tendrá que recomenzar de nuevo.
“El dolor sigue siendo demasiado fuerte” en Tierra Santa, donde “a menudo es más fácil lidiar con la ira que con el deseo de perdón” y, ante ello, “debemos saber esperar, pero al mismo tiempo proponer sin cansarnos el camino cristiano de la paz”, concluyó el cardenal.