¿Podrá la inteligencia artificial reemplazar a los sacerdotes en el futuro?
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Los avances de la inteligencia artificial vaticinan que impactará en la ciencia, en la tecnología, en la medicina, en las empresas; ¿podrá la IA reemplazar a los sacerdotes en las iglesias?
México- Por un momento, imaginemos cómo sería un servicio religioso a través de la inteligencia artificial, ¿cuál sería nuestra reacción?.
Pauline Hope Cheong, profesora de Comunicación Humana y Tecnologías de la Comunicación en la Universidad Estatal de Arizona, en su artículo “AI won’t be replacing your priest, minister, rabbi or imam any time soon” (La IA no reemplazará a su sacerdote, ministro, rabino o imán en el corto plazo), publicado en The Conversation, nos muestra una imagen de cómo sería, de ser así el uso de la IA en las iglesias.
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En junio pasado, el chatbot ChatGPT, que fue personificado por un avatar de un hombre que mostraba en una enorme pantalla sobre el altar, comenzó a predicar a más de 300 personas que estaban congregadas en la iglesia de San Pablo en Baviera, Alemania. Este fue creado por Jonas Simmerlein, un teólogo y filósofo de la Universidad de Viena, con la intensión de dar un servicio religioso experimental.
“Queridos amigos, es un honor para mí estar aquí y predicarles como la primera inteligencia artificial en la convención de protestantes de este año en Alemania”, dijo el avatar a los feligreses con un rostro inexpresivo y una voz monótona.
Si bien, algunos sorprendió, el sermón carente de expresión despertó en muchos la duda sobre si la IA es capaz de desplazar a los sacerdotes y la instrucción pastoral, comenta Hope Cheong.
Por otra parte, debido al uso cada vez mayor de la IA pudiera motivar a más iglesias a estrenar misas generadas por inteligencia artificial, precisa Hope Cheong y da otro ejemplo, que sucedió en una iglesia en Austin, Texas, en donde fue colocado un cartel en el que se anunciaba un servicio con un sermón generado por IA, en el que se incluía un llamado a la adoración y la oración pastoral generado por IA.
No obstante, continúa la profesora de Comunicación Humana y Tecnologías de la Comunicación, este uso de la IA provoca preocupación, ya que se considera que estas tecnologías pueden alterar “la auténtica presencia humana y el liderazgo en la vida religiosa”.
Así mismo, Hope Cheong señala la IA no puede solamente desplazar a los humanos, debido a que “la narración y la programación siguen siendo fundamentales para su desarrollo y despliegue”.
Hope Cheong propone, en su artículo, tres escenarios o formas en las máquinas van a necesitar a un sacerdote.
La primera: El clero aprueba y afirma el uso de la IA
Tomando en cuenta los vertiginosos cambios en las tecnologías emergentes, “los sacerdotes históricamente han servido como guardianes para respaldar e invertir en nuevas aplicaciones digitales. En 2015, en China, el maestro sacerdote del templo budista Longquan en Beijing promovió la adopción de Xian’er, el monje robot, como un camino hacia el compromiso espiritual”.
Hope Cheong, precisa que este sacerdote negó las aseveraciones en relación con que “la IA religiosa era un sacrilegio y describió la innovación en IA como espiritualmente compatible con los valores religiosos. Alentó la incorporación de la IA en las prácticas religiosas para ayudar a los creyentes a obtener conocimiento espiritual y elevar los esfuerzos del templo para difundir las enseñanzas budistas”.
En opinión de la profesora de la Universidad Estatal de Arizona, tanto al nombrar como afirmar “el uso de la IA en la vida religiosa, los líderes religiosos actúan como personas influyentes clave en el desarrollo y la aplicación de robots en la práctica espiritual”.
La segunda: Los sacerdotes son quienes dirigen la comunicación entre humanos y máquinas.
Hasta ahora, detalla Hope Cheong en ti artículo que una gran parte de las operaciones de datos de la inteligencia artificial son “invisibles u opacas”. Asimismo, muchas personas aún no “reconocen hasta qué punto la IA forma parte de nuestra vida diaria, por ejemplo, en los chatbots de servicio al cliente y las recomendaciones de productos personalizados”.
No obstante, prosigue Hope Cheong, tanto la toma de decisiones humanas, así como el juicio sobre los procesos técnicos, en el que están incluidos “el suministro de retroalimentación para el aprendizaje por refuerzo y el diseño de interfaces, son vitales para las operaciones diarias de la IA”.
Hope Cheong hace mención sobre una iniciativa robótica en la Gran Mezquita en Arabia Saudita. En esta, “se están desplegando robots multilingües para múltiples propósitos, incluido el de proporcionar respuestas a preguntas relacionadas con representaciones rituales en 11 idiomas”.
Estos robots ubicados en la Gran Mezquita son capaces de pronunciar el Sagrado Corán, también muestran a los visitantes conexiones con imanes locales; además, sus interfaces de pantalla táctil “están equipadas con códigos de barras”, con lo que posibilita a los usuarios tener más información sobre los horarios semanales del personal de la mezquita, incluyendo los clérigos que dirigen los sermones de los viernes. También, los robots tienen la capacidad de conectar a los visitantes con ilustrados islámicos por medio de “interacciones de vídeo” con el propósito de “responder a sus consultas las 24 horas del día”, explica Cheong.
Este ejemplo evidencia que si bien “los robots pueden servir como fuentes valiosas de conocimiento religioso, la canalización estratégica de las consultas hacia los líderes religiosos establecidos está reforzando la credibilidad de la autoridad sacerdotal”, asevera Cheong.
La tercera: Los líderes religiosos pueden crear y compartir pautas éticas.
Cheong explica que “el clero está tratando de crear conciencia sobre el potencial de la IA para el florecimiento y el bienestar humanos”. y da un ejemplo, “en los últimos años, el Papa Francisco se ha pronunciado al abordar los beneficios potenciales y los peligros disruptivos de las nuevas tecnologías de inteligencia artificial”.
La profesora de Comunicación Humana y Tecnologías de la Comunicación señala que “el Vaticano ha recibido a líderes de la industria tecnológica y ha pedido directrices éticas para “salvaguardar el bien de la familia humana” y mantener “vigilancia contra el uso indebido de la tecnología”. El uso ético de la IA para la religión incluye la preocupación por el sesgo humano en la programación, que puede dar lugar a imprecisiones y resultados inseguros”.
“En junio de 2023, el organismo de cultura y educación del Vaticano, en asociación con la Universidad de Santa Clara, publicó un manual de ética de la IA de 140 páginas para organizaciones tecnológicas”, precisa Cheong y continúa indicando que “el manual destacó la importancia de incorporar ideales morales en el desarrollo de la IA, incluido el respeto por la dignidad humana y los derechos en la privacidad de los datos, el aprendizaje automático y las tecnologías de reconocimiento facial”.
Siendo así, tanto al concebir como al compartir normas éticas en relación con la inteligencia artificial, los líderes religiosos pueden hablar del futuro progreso de la IA desde su inicio, “para guiar el diseño y la implementación del consumidor hacia valores preciados”, concluye. Cheong
Con información de The Conversation.