Trump afirma que "el futuro pertenece a los patriotas” en su mensaje en las Naciones Unidas
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Donald Trump, presidente de EU, llevó su discurso nacionalista ante la Asamblea General de la ONU y defendió que "el futuro no pertenece a los globalistas, el futuro pertenece a los patriotas".
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, llevó su mensaje nacionalista a Naciones Unidas y defendió que "el futuro no pertenece a los globalistas, el futuro pertenece a los patriotas".
Trump insistió en el inicio de su discurso ante la Asamblea General de la ONU en que "el mundo libre" debe proteger su estructura nacional y no tratar de reemplazarla.
"Si quieres libertad, muestra orgullo por tu país", dijo el líder estadounidense ante el resto de jefes de Estado y de Gobierno reunidos en Nueva York en la 74 sesión de la Asamblea General de Naciones Unidas.
"Si quieres democracia, conserva tu soberanía. Y si quieres paz, ama a tu nación", insistió.
Según dijo el líder estadounidense, "el futuro pertenece a naciones soberanas e independientes que protegen a sus ciudadanos, respetan a sus vecinos y honran las diferencias que hacen a cada país especial y único".
Trump recordó que "Estados Unidos es con diferencia el país más poderoso del mundo", pero confió en que Washington "no tenga que usar ese poder".
El magnate neoyorquino recalcó en ese sentido que EU no quiere conflictos con ningún otro país, pero no tendrá miedo a la hora de defender sus intereses.
El alegato patriota de Trump enlaza directamente con el que hizo en sus anteriores intervenciones ante la Asamblea de la ONU, donde siempre ha insistido en una doctrina nacionalista frente al enfoque multilateralista de la organización.
Como es costumbre, EU fue el segundo país en hablar ante la Asamblea, tras Brasil, que por tradición dispone siempre del primer turno de palabra.
En esta ocasión, la intervención supuso el estreno en Naciones Unidas del ultraderechista Jair Bolsonaro, que exigió "respeto" para la soberanía de su país en la Amazonía y dejó además una muy dura condena al “socialismo".
Advierte que no firmará un "mal acuerdo" con China
El presidente estadounidense, Donald Trump, confió este martes en poder lograr un acuerdo con China para frenar la guerra comercial, pero advirtió que no aceptará un "mal acuerdo" con ese país, al tiempo que lanzó una advertencia sobre las protestas en Hong Kong.
"Ojalá que podamos llegar a un acuerdo que pueda ser beneficioso para ambos. Pero no aceptaré un mal acuerdo para el pueblo estadounidense", alertó Trump durante su discurso ante la ONU.
Aseguró que con su guerra comercial está buscando "justicia" y se quejó de que Estados Unidos "perdió 60,000 fábricas después de que China se uniera a la OMC" (Organización Mundial del Comercio).
"La OMC necesita cambios drásticos. No debería permitir que la segunda economía del mundo se declare un país en vías de desarrollo para trucar el sistema", subrayó.
Trump opinó que "el globalismo ejerció una atracción religiosa para los últimos líderes y les hizo ignorar" los abusos de China, pero "esos días se han acabado".
El viernes pasado, Trump dijo que no veía necesario llegar a un acuerdo con China antes de las elecciones estadounidenses de 2020, en las que buscará la reelección, y subrayó que no aceptará un "acuerdo parcial", sino solo uno "completo" antes de levantar los aranceles a Pekín.
Trump también dedicó un apartado de su discurso en la ONU a las protestas en Hong Kong, un tema sobre el que hasta ahora solo se había pronunciado de forma superficial, evitando cualquier crítica al Gobierno chino.
"El mundo espera que el Gobierno chino honre el tratado vinculante al que llegó con los británicos y que registró en las Naciones Unidas, en el que China se compromete a proteger la libertad de Hong Kong, su sistema legal y su forma de vida democrática", indicó Trump.
"Cómo decida China manejar la situación dirá mucho sobre su papel en el mundo en el futuro. Todos contamos con el presidente (chino) Xi (Jinping), un gran líder", añadió.
Hong Kong es escenario desde hace meses de protestas antigubernamentales originadas por un polémico proyecto de ley de extradición que permitiría entregar a sospechosos a otras jurisdicciones sin acuerdo previo, como la China continental.
La jefa del Gobierno de Hong Kong, Carrie Lam, retiró oficialmente el proyecto el pasado día 4, pero para entonces las protestas se habían ampliado a otras reclamaciones relacionadas con un mayor grado de democracia en esta ciudad semiautónoma china.