Vendió la mafia israelí armamento a cárteles

Internacional
/ 29 julio 2019

Desde el año 2000, criminales judíos emprendieron en México empresas y estrecharon lazos con grupos nacionales

CDMX.- Desde el año 2000 las áreas de seguridad del Gobierno federal han detectado movimientos de la mafia israelí en México en actividades como “lavado” de dinero y venta de armamento, en colaboración con la delincuencia organizada.

Sólo entre 2000 y 2010 se registraron intensas operaciones para el “Cártel de los Beltrán Leyva”, al que la mafia israelí abasteció de armas de alto poder y “blanqueó” ganancias ilícitas, según reportes de inteligencia de la pasada administración.

Los reportes de inteligencia indican que hasta 2013 se tuvo conocimiento de los movimientos de la mafia israelí -principalmente en la capital del país- con la delincuencia organizada, cuyos integrantes ingresaron “legalmente” al territorio mexicano.

“Se detectaron movimientos entre 2000 y 2010 y hasta 2013. Luego (los israelíes) hicieron una pausa por la muerte de Arturo Beltrán Leyva y la persecución contra este grupo”, señalan los informes a los que tuvo acceso El Universal.

En tanto, la Unidad Especializada en Investigación de Terrorismo, Acopio y Tráfico de Armas (UEITATA) de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) tiene abiertas desde 2012 investigaciones sobre la introducción y venta de armas en México por parte de exagentes del Mossad, la poderosa agencia secreta de inteligencia de Israel.

Además, la extinta Procuraduría General de la República (PGR) contaba con información sobre la presencia de la mafia israelí en campos de adiestramiento del grupo criminal de “Los Zetas”, en los estados de Tamaulipas, Veracruz e Hidalgo.

El asesinato de los israelíes Benjamín Yeshurun Sutchi y Alón Azulay, la semana pasada en un restaurante de la Plaza Artz, en el  sur de la capital del país, reactivó las alertas sobre la presencia de la mafia judía en México y sus vínculos con los cárteles mexicanos.

ENTERADOS

La PGR sabía que los israelíes operaban en México, así como miembros de la organización terrorista vasca ETA y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

 

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