Víctima de ataque con ácido se convierte en modelo de vida en India

Internacional
/ 16 julio 2020

El año pasado, Laxmi fue madre. Su hija Pihu la acompaña a todas partes, incluso a hacerse las fotos para la marca Viva N Diva.

Laxmi Saa es una víctima de un ataque con ácido que durante años no se atrevía a salir de su casa pero que hoy es el rostro de una campaña de moda, presentadora de un programa y una inspiración para muchos. Gracias a su valor consiguió que su atacante no se saliera con la suya: No se avergüenza ni se oculta para el resto de su vida.

La piel de los pies de Laxmi, de 26 años, no tiene cicatrices. Con sus uñas pintadas los luce elegantes en sus sandalias doradas en la ciudad india de Lucknow. Pero igual de orgullosa muestra también la piel quemada de sus manos, el cuello, el escote y el rostro.

Al contrario de lo que esperaba conseguir quien la atacó, Laxmi exhibe su cara frente a las cámaras y se hace selfies con la lengua afuera. Incluso ha posado para un fotógrafo profesional, porque en la actualidad es modelo para una marca de moda india.

La confianza de Laxmi en sí misma es arrolladora, eso no se ve en la mayoría de las víctimas de ataques con ácido"...

Antes fue conductora también del programa semanal televisivo "Udaan" y ganó batallas jurídicas ante el Tribunal Supremo de la India por la venta sin control de ácido en las tiendas de barrio.

Laxmi viajó a Lucknow, la capital del estado más grande del país, Uttar Pradesh, para dar vida a su próximo proyecto: un café.

La inauguración será mañana, el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, y el local dará trabajo a cinco víctimas de ataques con ácido. Se trata de un empleo que muy probablemente no encontrarían en otro lugar y cuyo objetivo es también enseñarles a volver a vivir en sociedad, explica Parth Sarthi, director de proyecto de la organización Chhanv -creada por Laxmi- en Lucknow.

Laxmi motiva a las otras mujeres. Ella sabe lo que se siente al estar encerrada en casa durante años por miedo a las miradas de los vecinos. También ella llevó velo durante cuatro años para ocultar su rostro. Laxmi tenía solo 15 años cuando un pretendiente despechado la atacó con ácido en plena calle en Nueva Delhi. "Fue como si todo mi cuerpo ardiera. Sentí como me iba derritiendo y goteaba hacia el suelo", recuerda.

Su padre quitó todos los espejos de la casa después de ello y las numerosas operaciones se comieron los ahorros de la familia. Su nariz fue reconstruida y la piel de sus muslos cubre de forma asimétrica y en diferentes tonos su cara.

En algún punto Laxmi sintió que ya era suficiente. "Me gusta mi rostro como es", afirmó, y dijo basta a las operaciones. Le gusta su aspecto incluso sin pestañas ni cejas.

Cuando sale de su casa, lleva ropa que ella misma diseña, por lo general en colores vivos, con pendientes brillantes y los labios pintados. "¡Claro que me encanta el maquillaje! Como a todas las mujeres jóvenes", explica. Mientras habla en la estación de Lucknow irradia tal luz que los hombres no se atreven a echarle miradas raras o hacer comentarios estúpidos.

"La confianza de Laxmi en sí misma es arrolladora, eso no se ve en la mayoría de las víctimas de ataques con ácido", señala Vasini Sharma, que trabaja en el área de personal de Chhanv. Por eso es un modelo a seguir para las más de 300 personas al año que son atacadas con ácido en la India. Es "la abanderada de un movimiento para que acaben los ataques", se indicaba también en la laudatio del premio "International Women of Courage Award", con el que fue galardonada en 2014.

El año pasado, Laxmi fue madre. Su hija Pihu la acompaña a todas partes, incluso a hacerse las fotos para la marca Viva N Diva. En un video promocional se ve cómo la maquillan, la peinan, cómo se colocan las luces y ella aparece en el centro de la escena. "La gente de la moda me trató como a cualquier otra modelo, no como una víctima", señala Laxmi.

La iniciativa fue lanzada para transformar la idea superficial de la belleza, dice Aayushi Rastogi, responsable de la marca. Laxmi encajaba de forma perfecta en el proyecto, porque ella cree que tiene todo lo necesario para tener éxito, explica. El aspecto exterior ya no le importa en absoluto, afirma a su vez Laxmi. "Mi trabajo es el que me define, no mi cara".

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