Vladímir Putin llama a los rusos a votar el plebiscito constitucional que lo eterniza en el poder

Internacional
/ 30 junio 2020

El presidente ruso, Vladímir Putin busca volver a presentarse a la reelección en 2024, algo que le impide la actual Carta Magna. Por eso hoy los rusos votan un plebiscito con el Putin busca cambiar la constitución y se quede en el poder hasta el 2036.

El presidente ruso, Vladímir Putin, llamó hoy a los ciudadanos a votar en el plebiscito constitucional del que depende que él pueda presentarse a la reelección en 2024, algo que le impide la actual Carta Magna.

"Mañana, 1 de julio, es la principal jornada de votación. Les pido, queridos amigos, que expresen su opinión. Cada voto es importante. No votamos sólo por las enmiendas...votamos por el país en el que queremos vivir", dijo, al dirigirse a los rusos por televisión.

Putin sostuvo que ese país tiene "una educación y sanidad modernas, un fiable sistema de protección social y unas autoridades efectivas que rinden cuentas a la sociedad".

Sin llegar a pedir abiertamente el voto en favor del "sí", recalcó: "Votamos por el país...que queremos dejar a nuestros hijos y nietos".

Putin insistió en que, en caso de que las reformas sean aprobadas, en la Constitución quedarán acuñados los valores que unen a los rusos: la verdad y la justicia, el respeto al trabajo y a las viejas generaciones, la familia y el cuidado de los niños, su salud, moral y educación religiosa.

"Estabilidad, seguridad, bienestar y una vida digna sólo las podremos garantizar a través del desarrollo, sólo juntos y sólo por nosotros mismos", aseveró.

En el marco de la inauguración de una gran estatua en honor al soldado del Ejército Rojo, Putin apeló al patriotismo y recordó a aquellos que combatieron contra la Alemania nazi para que actualmente los rusos pudieran vivir en paz y "enorgullecerse de Rusia, un país con una civilización única y una gran cultura".

"Nosotros somos sus herederos y continuamos ese camino histórico, milenario e ininterrumpido. Y sabemos que, cuando estamos unidos, somos capaces de salir adelante incluso en las situaciones más críticas", apuntó.

En su breve alocución recordó tambièn que las enmiendas constitucionales "sólo" entrarán en vigor si reciben el apoyo del pueblo ruso.

Según la Comisión Electoral Central (CEC), casi la mitad del electorado ya votó por adelantado, mecanismo ideado para evitar aglomeraciones y un posible rebrote del coronavirus.

"Ustedes saben que la votación transcurre ya desde hace varios días, paso que fue dictado por la exigencia de proteger la salud de la gente. Quiero agradecer a todos aquellos que ya hicieron su elección", dijo Putin al respecto.

La oposición considera que el voto por adelantado fue ideado por las autoridades no para garantizar la salud pública, sino para dificultar el control sobre el proceso electoral y así manipular los resultados a su antojo.

Aparte de la inclusión de Dios, el matrimonio heterosexual y el salario mínimo en la Constitución, el plebiscito es en realidad un referéndum sobre si los rusos quieren que Putin pueda presentarse a la reelección en 2024 y en 2030, algo que le impide la actual Carta Magna, que limita a dos los mandatos presidenciales consecutivos.

"¿Aprueba usted los cambios a la Constitución de la Federación Rusa?", es la pregunta a la que deben responder los votantes.

Según los sondeos oficialistas, más de dos tercios de los rusos apoyan la reforma constitucional, aunque, según el independiente Centro Levada, la diferencia es de 44 % contra 33 %. 

Denuncian numerosas infracciones en votación de reforma constitucional rusa

La organización rusa Golos, que vela por los derechos de los electores, denunció hoy numerosas irregularidades durante la votación por adelantado de las reformas constitucionales que permitirían al presidente, Vladímir Putin, presentarse a la reelección en 2024.

"No podemos creer en los resultados electorales. El procedimiento elegido no tiene precedentes y no responde ni a los estándares rusos ni a los internacionales", aseguró a Efe Grigori Melkoniants, codirector de Golos.

Melkoniants, cuya organización siempre ha puesto en duda la limpieza de los comicios desde que Putin asumiera el poder en 2000, denunció que el mecanismo de los seis días de votación por adelantado fue elegido para "dificultar" la labor de los observadores electorales independientes.

"Nunca hubo nada igual en Rusia. La presión sobre el votante es mayor y más agresiva", afirmó.

En su opinión, la Comisión Electoral Central (CEC) se excedió en sus funciones al "inventar" dicha votación -del 25 de junio al 1 de julio- con la excusa de evitar aglomeraciones en medio de una pandemia, lo que favorece la "falsificación" de sus resultados.

Recuerda que los rusos no deberían poder votar hasta 30 días después del decreto presidencial, es decir, el 1 de julio, por lo que para hacerlo por adelantado en colegios electorales, como está ocurriendo estos días, debería haber sido aprobada una ley especial.

Además, explicó que cuatro de los siete días de votación fueron laborables, por lo que muchos miembros independientes de comisiones electorales locales no pudieron presenciar y controlar diariamente el proceso de votación.

Golos ha recibido numerosas denuncias sobre presiones a los empleados de empresas y fábricas, donde habrían votado "de 300 a 400 personas al mismo tiempo".

"Nos dicen que los jefes les obligan a votar. Es una atmósfera de presión y falta de libertad, especialmente en empresas que tienen contratos con el Estado. Eso influye en el resultado electoral", precisó.

Tachó de "ilegal" el hecho de que algunos funcionarios vayan casa por casa con la urna en la mano para animar a los rusos, especialmente a los pensionistas, a ejercer su derecho al sufragio.

"Para votar en casa una persona debe solicitarlo. La votación debe ser voluntaria. No se puede presionar u obligar a una persona a votar", recordó.

También alertó de que, pese a que está prohibido hacer campaña, las autoridades, la televisión pública y las comisiones electorales no han dejado de hacer campaña a favor del "sí" a las enmiendas constitucionales.

"Hay una propaganda soterrada. No hay información alternativa. La comisiones han perdido todo el sentido de la vergüenza y hacen campaña. En tales condiciones, la libre expresión de la voluntad popular es imposible", aseveró.

Estima en decenas de millones de rusos los que han votado por adelantado, cuando habitualmente ronda el 10 % del electorado.

"Con tanta infracción y sin respeto a la ley, la votación constitucional no es más que un ritual. Hasta los expertos cercanos al Kremlin están sorprendidos de que las autoridades hayan elegido un procedimiento que no es de fiar", apuntó.

Aparte de la inclusión de Dios, el matrimonio heterosexual y el salario mínimo en la Constitución, el plebiscito es en realidad un referéndum sobre si los rusos quieren que Putin pueda presentarse a la reelección en 2024 y en 2030, algo que le impide la actual Carta Magna, que limita a dos los mandatos presidenciales consecutivos.

"¿Aprueba usted los cambios a la Constitución de la Federación Rusa?", es la pregunta a la que deben responder los votantes.

Según los sondeos oficialistas, más de dos tercios de los rusos apoyan la reforma constitucional, aunque, según el independiente Centro Levada, la diferencia es de 44 % contra 33 %

 

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