‘Llegó la hora de morir’’... la escalofriante frase que dijo autor de la Masacre en Texas, según relato de niño sobreviviente (video)
COMPARTIR
El testimonio de un menor que sobrevivió a la masacre en Uvalde, narra el terror que vivió al estar muy cerca del asesino Salvador Ramos
“Entró y se agachó un poco y dijo: ‘Llegó la hora de morir’”, reveló un niño que sobrevivió a la masacre en Uvalde, Texas, el pasado martes.
El menor del cual se omite su nombre contó que cuando él y los otros estudiantes en el salón de clases contiguo escucharon disparos, el niño les dijo a sus amigos que se escondieran.
Él y otros cuatro niños se escondieron debajo de una mesa que estaba cubierta con un mantel.
El estudiante de cuarto grado que sobrevivió al tiroteo masivo del martes en la Escuela Primaria Robb en Uvalde, Texas, reveló que el hombre armado le dijo a los niños: “Es hora de morir”
““Él disparó hacia la puerta en el aula de al lado. Tenemos una puerta que comunica los dos salones. Entró a nuestro aula, se agachó un poco y empezó a gritar: ‘Llegó la hora de morir’. Comenzó a disparar, y los disparos sonaban muy fuerte, lastimando mis oídos”,’”, reveló el niño al reportero de KENS-TV, Henry Ramos. Los padres del niño no querían que lo identificaran ni lo vieran en cámara, pero el niño quería compartir lo sucedido.
“Me estaba escondiendo mucho”, dijo el niño. “Y le estaba diciendo a mi amigo que no hablara porque nos iba a escuchar”.
Poco después, la policía llegó al lugar. Un oficial les dijo a los niños “griten si necesitan ayuda”, recordó el niño.
“Una de las personas de mi clase dijo ‘ayuda’. El tipo escuchó y entró y le disparó”, dijo el menor.
TE PUEDE INTERESAR: Sigue la cobertura de la Masacre en Texas
“El policía entró en ese salón de clases. El tipo le disparó al policía. Y los policías comenzaron a disparar”.
Cuando cesaron los disparos, el alumno de cuarto grado dijo que dejó su escondite junto a su amigo, sabía que era seguro hacerlo porque vio el chaleco y el escudo del oficial.
El pequeño, claramente aún traumatizado por lo vivido, destacó que sus dos maestras, Irma García y Eva Mireles, fueron quienes los protegieron antes de que llegue la policía. Ellas se pusieron por delante de los niños, cuando el asesino entró en el aula. Ambas maestras fallecieron a consecuencias de balas recibidas.
“Eran buenas maestras”, dijo el niño. “Estaban frente a mis compañeros de clase para ayudar. Para salvarlos”.
Ramos, que tenía 18 años, había comprado de manera legal dos rifles en las últimas semanas: uno el 17 de mayo pasado y otro el 20 de mayo. Una de las armas apareció en el automóvil de Ramos y la otra la encontraron junto a su cuerpo. Además, se sabe que había comprado 375 rondas de municiones. Se desconoce aún cuántas armas en total tenía dentro de la escuela.