‘México está destrozado por las desapariciones’; exigen que autoridades no se olviden de ellos
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CDMX.- “¡Natan!, ¡regresa, bebé! No quiero caminar sin ti y no quiero vivir así”, clamó la señora Alicia Gallegos Manríquez, quien desde febrero de 2018 busca a su hijo desaparecido en Poza Rica, Veracruz.
Ella y más de 100 familiares de personas desaparecidas en el país salieron nuevamente a las calles de la capital del país para visibilizar sus casos y recordar la crisis de desapariciones y forense que vive México, en el que hay más de 100 mil personas desaparecidas y 52 mil cuerpos sin identificar, de acuerdo con cifras oficiales.
Dos meses después de que el Gobierno de la Ciudad de México colocó un ahuehuete en la antigua glorieta de la Palma, colectivos de madres buscadoras, integrantes de la Red de Enlaces Nacionales y de la Brigada Nacional de Búsqueda, se concentraron en ese lugar de Paseo de la Reforma para renombrarlo como Glorieta de los Desaparecidos.
“Aunque el Gobierno de la Ciudad de México no lo quiere reconocer como un espacio de memoria, nosotros seguimos insistiendo, renombrando y poniendo los rostros de nuestros desaparecidos, y cada domingo ponemos fotos de nuestros familiares”, señalaron.
Colocaron fotos de personas desaparecidas, un listón con sus nombres en la glorieta y realizaron una acción ecuménica, promovida por el Eje de Iglesias de la Brigada Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas, en la que lanzaron una bendición comunitaria dirigida a los colectivos de búsqueda de México.
“El país está totalmente destrozado, pero nosotros formamos parte de esa sangre derramada, de este dolor que la verdad no es posible cargar con él y tenemos que ser fieles para conservar este espacio”, afirmó María Herrera, originaria de la Ciudad de México.
Tras concentrarse más de una hora en la Glorieta de los Desaparecidos, los familiares marcharon hacia la Fiscalía General de la República (FGR).
Al grito de: “Vivos se los llevaron, vivos los queremos” y “¿Dónde están?”, caminaron sobre Paseo de la Reforma y dieron vuelta en la calle de Génova, en la Zona Rosa, para llegar a la glorieta de Insurgentes donde se encuentra el edificio de la FGR, el cual clausuraron de manera simbólica para exigir la creación del Banco Nacional de Datos Forenses, para la identificación de las más de 52 mil personas que están en los servicios forenses del país. También colocaron mantas con los rostros de sus desaparecidos en la entrada principal.
Olimpia Montoya, hermana de un joven desaparecido en Guanajuato, afirmó que cientos de familias del país padecen la crisis forense.