8M: ¿Paquita la del barrio, era feminista?, esto dicen los expertos

México
/ 8 marzo 2025

Tras su reciente fallecimiento, algunas empresas, medios de comunicación y actores destacados de la industria musical comenzaron a recordar a la cantante mexicana Paquita la del Barrio como una feminista

CIUDAD DE MÉXICO- Paquita tenía un carácter fuerte y no se detuvo al cantar sus verdades a los hombres con sentidas canciones de despecho como “Tres veces te engañé”, “Cheque en blanco” y su máximo éxito “Rata de Dos Patas”, pero ¿realmente era feminista?

Previo a la conmemoración del sábado del Día Internacional de la Mujer, The Associated Press conversó con académicas especializadas en feminismo y estudios de género, así como con una de las personas que más convivió con Paquita en los últimos años para tratar de comprender esta faceta de una artista que fue adoptada como estandarte por tantas mujeres.

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PAQUITA Y LOS HOMBRES

Paquita, cuyo nombre verdadero era Francisca Viveros Barradas, nació el 2 de abril de 1947, Alto Lucero, Veracruz. Era hija de una joven viuda, decía que era una “hija robada”, nacida fuera del matrimonio, pues su padre estaba casado con otra mujer cuando nació y no lo conoció sino hasta los 8 años. Su hermana Viola, con la que inició su carrera musical con el dueto Las Golondrinas en la década de 1970, era hija de su madre. Su madre trabajaba en una finca de café y también se dedicaba al comercio. Paquita fue criada por una tía y creció en la pobreza; estudió hasta sexto de primaria.

$!La compositora y musicóloga feminista Leticia Armijo no considera a Paquita la del Barrio una militante feminista.

Pronto vivió experiencias que serían calificadas ahora como producto de la sociedad machista. Se casó siendo menor de edad, a los 16 años, con un hombre de 44, Miguel Gerardo (siendo Gerardo su apellido), quien fue padre de sus hijos Iván Miguel y Javier, cuando ambos trabajaban en el registro civil de su pueblo. Paquita llegó a contar en entrevistas que no tenía autonomía económica, pues sus cheques se quedaban en manos de su esposo y también se enteró de que él era un hombre casado, lo cual le provocó un enorme sufrimiento. Decidió dejarlo e irse a la Ciudad de México con la firme idea de triunfar en la música.

Al poco tiempo de llegar a la capital conoció a Alfonso Martínez, de quien se enamoró “a primera vista” y con quien se casó en 1975. La pareja tuvo tres hijos: un par de mellizos que murieron a los pocos días de nacidos y a días de que muriera la madre de Paquita, siendo esta una de las tragedias más grandes de su vida. Poco después, Paquita y su esposo adoptaron a una niña de nombre Martha Elena, quien es hija biológica de un medio hermano de Paquita y a la que criaron desde bebé.

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Pero Alfonso Martínez también la engañó por años y Paquita no lo supo, hasta que unas amigas suyas investigaron y le revelaron que tenía una hija de 12 años fuera del matrimonio. Paquita le pidió que se fuera, pero él decidió seguir a su lado.

Para esos años ya había lanzado sus primeros discos y tenía su negocio, un restaurante y club nocturno llamado Casa Paquita en la colonia (barrio) Guerrero de la capital mexicana, donde solía presentarse en vivo. Una noche cantando “Cheque en blanco” su esposo apareció tras días sin dar señales de vida. Por lo que en medio de la canción le espetó “¡¿Me estás oyendo, inútil?!”. La gente empezó a reírse y ella lo siguió incorporando en sus presentaciones. Paquita estuvo casada por más de 30 años con su segundo esposo hasta la muerte de él en 2001. Paquita era católica, pero nunca se casó por la Iglesia.

Aunque tuvo esas malas experiencias con sus parejas, también tuvo importantes aliados masculinos. Colaboró por años con el compositor Manuel Eduardo Toscano, quien además de ser su compadre fue el artífice de muchas de sus letras más poderosas contra los hombres como “Rata de dos patas”, “Me saludas a la tuya”, “Taco placero”, “Pobre pistolita” y “Viejo rabo verde”.

La conocía muy bien, le hacía sus trajes a la medida que eran éxitos”, dijo Francisco “Paquito” Torres, quien fue asistente de Paquita por 25 años. “Pero quiero resaltar que Paquita siempre decía que si volteáramos los papeles, sus canciones también se identificaban de un hombre hacia una mujer... Las canciones que ella interpretaba habían sido parte de su vida, al menos ella se identificaba mucho, las interpretaba con ese sentimiento”.

$!Eli Bartra, filósofa especialista en arte popular y mujeres, destacó el papel de Paquita la del Barrio como una denunciante del maltrato que sufren las mujeres.

PAQUITA PARA LOS FEMINISTAS

Especialistas entrevistadas por AP coinciden en la gran figura que fue Paquita como una intérprete femenina de la música popular mexicana, pero con sus matices. La compositora y musicóloga feminista Leticia Armijo, quien llegó a verla en vivo en Casa Paquita, no la considera una militante feminista, pero sí “un espejo de lo que las mujeres deseamos”.

“Sus letras representan el pensamiento que no se atrevió a decir en muchas mujeres”, señaló. “Es un discurso, una forma de reivindicar nuestro derecho a protestar en contra de una sociedad de hombres irresponsables que no tienen, además, vergüenza; tienen tres esposas, cuatro y cada que salen pueden tener una más”.

Eli Bartra, filósofa especialista en arte popular y mujeres, también tuvo la oportunidad de verla en Casa Paquita con un grupo de alumnas de maestría en estudios de la mujer.

A mí sí me gusta, me gusta mucho cómo canta, creo que tiene una voz potente y una personalidad potente”, señaló. “¿Qué es feminista? De ninguna manera, lejos de ser feminista”.

Bartra señaló que no lo era porque ni se autodenominaba feminista ni compartía esta corriente de pensamiento. Además de que con letras como “Alimaña/Culebra ponzoñosa/Deshecho de la vida/Te odio y te desprecio/Rata de dos patas/Te estoy hablando a ti”, tiende al odio a los hombres.

El feminismo no es el odio a los hombres o el odio al hombre en singular, que era lo que predominaba en ella; ese odio generado por el despecho, por el desamor”, señaló. “Las feministas no odian a los hombres, las feministas luchan contra el machismo, el sexismo y el patriarcado, que es muy distinto”.

Al igual que Armijo, Bartra destacó el papel de Paquita como una denunciante del maltrato que sufren las mujeres, del abuso de poder de los hombres o de las infidelidades.

Claro que ponía de manifiesto eso y, por lo tanto, las mujeres se identificaban”, señaló. “A las mujeres les encantaba y les encanta Paquita la del Barrio. Sí, son canciones dirigidas mayoritariamente a las mujeres, pero eso no es feminista, también las telenovelas van dirigidas a las mujeres”.

La socióloga, pianista y musicóloga Alejandra Flores Tamayo, especialista en estudios de género, tampoco la vería como una feminista, pero rescató su capacidad para usar la música como un medio catártico y para denunciar abusos, lo que la convirtió en una pionera para otras artistas en un género como la música regional mexicana que históricamente ha sido machista con letras que retratan a la mujer como traicionera, orgullosa, malvada y otros tantos adjetivos.

Fue alguien que abrió el camino, una pionera en ese sentido de poder nombrar las cosas”, señaló. “La mujer tenía que ser la santa para poder cumplir este requerimiento del patriarcado. Obviamente, desde esa perspectiva, no había música que reflejara otra cosa, yo creo que ella rompió esto diciendo ‘no’. Ayuda mucho a que otras mujeres empiecen a tomar el micrófono, empiecen a decir lo que sienten desde la perspectiva femenina”.

PAQUITA TRABAJADORA

El feminismo aboga por la independencia económica de las mujeres y esto fue algo que Paquita logró y disfrutaba, especialmente tras unos primeros años en los que creció realizando todo tipo de empleos, desde cortar el café a trabajar como comerciante. “Andaba descalza, lavaban ropa”, dijo Torres.

Hasta la fecha ella era una mujer muy trabajadora, me atrevo a decir que era el sustento de su familia”, agregó. “Nunca se rajó, aun cuando tuvo fama, aun cuando tuvo éxito, no paraba... No era una mujer que se reprimiera y le gustó ser a ella esa mujer líder, que no tuviera que depender ni pedirle a nadie ni un peso”.

Paquita no dejó de trabajar hasta el último momento, grabó más de una treintena de álbumes vendió cerca de 30 millones de copias. Todavía tenía fechas programadas cuando falleció a los 77 años.

Torres recordó que era muy afecta a las compras, incluso estando de gira en otros países como Estados Unidos.

De pronto decía: ‘Me gusta ese portarretratos, quiero veinte’, ¿pero para qué veinte?, nos van a cobrar un exceso de equipaje, ‘qué te importa, tú págalo; yo quiero los veinte, no importa lo que te cobren’”, la recordó.

Bartra mencionó que incluso llegó a ser señalada por su estilo suntuoso.

Se le critica que viniendo ella de abajo se vistiera de una manera tan suntuosa, y con joyas de oro, sedas y unos crucifijos que ya casi ni le cabían. Esa ostentación, yo creo que ella quería comunicar algo, supongo, porque era muy constante en eso, quería mostrar que sí se puede”, señaló.

Armijo contrastó este logro de Paquita con la realidad que enfrentan otras mujeres.

Es el común denominador de la historia de las mujeres en México: son mujeres abusadas, abandonadas y que tienen, finalmente, que sacar adelante a su propia familia. Paquita hizo su propio negocio, nadie le dio el dinero”.

Por Berenice Bautista, The Associated Press.

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