Sigue contaminación por derrame del Río San Juan

Nacional
/ 28 septiembre 2015

La fuga de hidrocarburo se registró desde el pasado 16 de agosto y hasta el momento Petróleos Mexicanos no ha podido solucionar la situación

Monterrey, Nuevo León.- Animales muertos y cubiertos por crudo, falta de agua para el riego y potable, son algunas de las consecuencias que todavía persisten a causa del derrame de petróleo en el cauce del Río San Juan y una acequia del lugar.

La fuga de hidrocarburo se registró desde el pasado 16 de agosto y hasta el momento Petróleos Mexicanos (Pemex) no ha podido solucionar la situación al cien por ciento.

Durante un recorrido realizado por el sitio, los pobladores de las comunidades del lugar se quejaron de los daños que les ha ocasionado la situación.

La situación sigue fuera de control. La contaminación persiste el agua del lugar es amarillenta y tiene un olor a petróleo, indicó Ana Isabel Pequeño.

La residente de Hacienda Mexiquito sostuvo que les han estado distribuyendo agua embotellada porque la acequia que abastece los pozos está contaminada y no es potable.

Nos falta agua, hemos estado pidiendo a las autoridades; sí, nos han traído en pipas y embotelladas, pero lo que nosotros queremos es que solucionen la contaminación porque no tenemos para regar, para otras necesidades, indicó.

Dijo que en la acequia que pasa cerca de su propiedad hay un alto grado de contaminación. Sobre una roca yacía el cuerpo de una víbora muerta y el cadáver estaba cubierto por crudo.

Por su parte, el párroco del sitio, quien se identificó como José Manuel Guerrero Noyola declaró que el Arzobispado de Monterrey le está pidiendo a Pemex un segundo peritaje para determinar las causas del derrame.

La paraestatal dio a conocer que el mismo se debió a una toma clandestina en el oleoducto Madero-Cadereyta.

Nosotros no creemos en la versión de la fuga por una ordeña. Creemos que la situación de la contaminación es por los desechos que la paraestatal arroja al cauce, declaró.

Mencionó que los campesinos del lugar se encuentran muy afectados porque no pueden regar sus siembras y eso les impactará de manera muy negativa en su economía.

En este momento, por ejemplo, los campesinos no pueden regar, son más de 500 hectáreas que ahorita no se están regando, sostuvo.

Añadió que por eso exigen a Pemex y a las autoridades, dos cosas: agua limpia y tierras limpias.

La primer exigencia que estamos presentado es el agua limpia, los campesinos tienen derecho a una agua limpia en el río para que puedan regar todo su sembradío, demandó.

Otra exigencia, agregó, es una indeminización por las pérdidas que han tenido.

Un pago por los daños que esto implique y los daños que les seguirá causando, expuso.

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