"Se equivocaron al meterse con el pueblo" de Ayutla
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Por cada uno que levanten, vamos por 10 de ellos: policías comunitarios.
Ayutla, Gro.- "Nos ponemos los huaraches o nos espinamos", expresó un jefe de la policía comunitaria (PC) entrevistado en el crucero Las Animas, en la comunidad El Pericón, municipio de Tecoanapa, donde decenas de miembros del Comité de Autodefensa Ciudadana Contra la Delincuencia Organizada instalaron un retén para impedir que los "chicos malos" transiten entre localidades y rancherías de la Costa Chica.
Mientras sus compañeros piden documentación a conductores que por ahí transitan, el comandante manifestó: "Nos duele cómo otras personas buscan el dinero extorsionando a campesinos, secuestrando y, no conformes con eso, matan". Enfatizó: "No estamos contra el narcotráfico ni sus clientes, ni lo que vendan, sino del crimen".
-¿Cómo empezó la resistencia?
-Secuestraron a dos comisarios; les advertimos que si había un tercero nos levantaríamos, que haríamos limpieza total; quisieron medir fuerzas y aquí estamos. Se equivocaron al meterse con el pueblo: no somos uno, sino muchos. Están advertidos: por cada uno que levanten, vamos por 10 de ellos.
Cubiertos sus rostros con paliacates rojos, mujeres llegan al sitio a repartir tacos de guisados y chilate; mientras unos campesinos vigilan los caminos día y noche, otros se encargan de las cosechas, pues la organización es importante para mantener la resistencia.
A los más de 70 malhechores detenidos en la semana reciente -hoy fueron cuatro en Las Mesas, municipio de San Marcos- se les respetan sus derechos, no se les ofende, se les proporciona atención médica y se les brindan alimentos. "No queremos convertirnos en lo que tanto criticamos". Explica que es lo único que falta por definir con el Ejército Mexicano: la situación de los delincuentes detenidos.
Ataviados con playeras en tonos oscuro, negro y café, pantalones de manta y mezclilla, pistolas, machetes, rifles de bajo calibre y paliacates, bufandas, playeras e incluso máscaras de luchador, integrantes del Comité de Autodefensa Ciudadano se instalan en puntos claves de caminos y comunidades desde las 8 de la mañana.
En uno de los accesos a Ayutla, unos 40 hombres planifican las actividades del resto del día. Su coordinador, un hombre de canas, quien omite su nombre, pues "el enemigo es peligroso y demasiado grande", explicó que colaborarán con el Ejército Mexicano a vigilar sus comunidades.
Recalcó que se mantendrán vigilantes de la actuación de las fuerzas armadas, quienes desde el domingo realizan el Operativo Guerrero Seguro, pues los pobladores siguen sin confiar plenamente en las autoridades.
-¿Qué ocasionó el levantamiento, fue la inseguridad? -se le interroga después de que organiza al grupo encargado de la vigilancia matutino en Ayutla.
-Fue el hartazgo; la tranquilidad social ha sido rebasada, a cada campesino le pedían 200 pesos y a los ganaderos 500. Fijaron cuotas según el tamaño de la casa y a las muchachas de Bachilleres las empezaban a molestar.
-Al gobierno le debería dar vergüenza, que con toda la ley y lo que tiene no haya puesto orden, y los pueblos, que no conocen la ley, se hayan organizado para acabar con el problema -señaló un carpintero en Ayutla.
En pequeños locales de comida, en el mercado y camionetas de rutas alimentadoras, la coincidencia de pobladores de Ayutla y Tecoanapa es casi absoluta en torno al movimiento iniciado el 5 de enero: "La gente está más tranquila desde que el pueblo se levantó en armas".
En Chilpancingo, la Unión de Pueblos y Organizaciones deGuerrero denunció que hoy fue secuestrado Erwin Pacheco, un ganadero que ha participado en el movimiento en la "zona delta" de Cruz Grande, "aunque posteriormente fue rescatado", según dijo, pero no dio más detalles.