Iglesia censura pasividad ante ley antiinmigrante

Nacional
/ 22 septiembre 2015

    En el semanario Desde la Fe, la Arquidiócesis de México condena que se prejuzgue 'a cualquier indocumentado como criminal'

    La Arquidiócesis de México condenó hoy que se prejuzgue "a cualquier indocumentado como criminal", dos días después de que el gobierno de Arizona promulgara una ley que permite que su Policía detenga a cualquier persona si tiene alguna "sospecha razonable" de que es un inmigrante sin papeles.

    En un editorial publicado hoy en el semanario Desde la Fe, el arzobispado señaló que con esta forma de actuar se violan las garantías individuales", "derechos humanos", la "buena fama" y la "dignidad" de los indocumentados, cualquiera que sea su nacionalidad."
    Considerar como delincuente a todo inmigrante o a todo sospechoso de ser indocumentado refleja una actitud de desprecio al ser humano", aseguró la Arquidiócesis, que encabeza el cardenal mexicano Norberto Rivera Carrera.

    El mensaje recuerda que la inmigración ha sido para los mexicanos una respuesta a una "situación de pobreza y de marginalidad en su propia patria" de gente que "no ha encontrado las oportunidades de un trabajo digno y suficiente"."
    La tragedia se agrava paulatinamente no sólo en México y en nuestro vecino país del norte sino a nivel internacional con la aplicación de leyes migratorias más severas", agrega el editorial, que condena las "restricciones de tránsito", los "muros ignominiosos" y el "escenario deshumanizado lleno de odio, racismo, exclusión, miedo e insensibilidad" imperante actualmente.

    El organismo católico lanza además una crítica severa a los "Poderes de la nación" (mexicana), que no alzan la voz contra la injusticia, así como contra los medios de comunicación, que "están ocupados en asuntos de mayor morbo y más redituables", lo que podría aludir a las denuncias de pederastia vertidas en los últimos días en México.

    Para la Arquidiócesis , que en ningún momento se refiere de manera expresa a Arizona, "la inmigración y la movilidad humana pertenecen a los derechos fundamentales reconocidos internacionalmente en nuestro tiempo".

    Para salvaguardarlos pide a la diplomacia mexicana "hacer un trabajo más intenso y eficaz frente a la nación con la que compartimos más de 3 mil kilómetros de frontera y con la que estamos asociados necesariamente tanto en lo comercial como en lo social y cultural".

    El mensaje concluye con una condena expresa a las fuerzas políticas de México, que según la Arquidiócesis, "se han vuelto piedra de tropiezo para nuestro desarrollo, complicando las iniciativas de modernización".

    "Se sigue retardando el análisis y la aprobación de reglas más justas y más acordes con el mundo globalizado en el que vivimos, afectando con ello a millones de mexicanos que no pueden salir del pantano del subdesarrollo y de la pobreza", concluye la nota.

    La crítica de la Arquidiócesis se suma a la que hiciera ayer la Oficina de la Presidencia de México, para la que la nueva ley "representa un obstáculo para la solución de los problemas comunes en la región fronteriza y en América del Norte en su conjunto".

    Arizona es uno de los principales puntos de entrada de los inmigrantes indocumentados después de que fuera construido hace más dos décadas un muro en la zona de California. Pero en este paso los indocumentados deben sortear no sólo la vigilancia policial sino los peligros del desierto.

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