Explotación ilegal de animales y plantas en extinción en Tamaulipas

Nacional
/ 3 marzo 2016

    La falta de vigilancia por parte de las autoridades encargadas de proteger la fauna y la flora, han colocado a Tamaulipas como uno de los principales santuarios para la explotación ilegal de animales y plantas en peligro de extinción

    Un estudio realizado por especialistas de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) revela que actualmente un promedio de 100 especies de animales están en peligro de extinción, entre los que destacan felinos como el jaguar, gato montés y el puma.

    Asimismo, reptiles como la víbora de cascabel y aves canoras, como loros cabeza amarilla y roja, que se reproducen en zonas en diversas regiones del estado, están en peligro de desaparecer.

    La investigación indica que están en riesgo de desaparecer ocho especies de tortugas marinas, como la tortuga Lora, que desova año con año en playas del ejido Rancho Nuevo, municipio de Aldama, y en Tepehuajes y La Pesca, del municipio de Soto la Marina, constantemente atacadas por los depredadores.

    Otra muestra realizada por el Departamento de Ecología de la Secretaría de Obras Públicas, Desarrollo Urbano y Ecología estatal (Sopdue) señala que por lo menos 17 cactáceas que se reproducen sólo en algunos municipios de la región del IV distrito, la zona árida de Tamaulipas, están a punto de desaparecer.

    Lo anterior, agrega, por el saqueo de que están siendo objeto por parte de extranjeros que viajan hasta acá para recolectar este tipo de plantas, que trafican a Estados Unidos, Europa y a Japón donde las venden en miles de dólares.

    El estudio, denominado "Protección in situ de cactáceas endémicas, raras, amenazadas y en peligro de extinción en el suroeste de Tamaulipas", realizado por personal de la SopdueDUE, señala que algunos sitios donde nace este tipo de flora han sido destruidos ante la construcción de nuevas vialidades.

    "No se hacen los estudios de impacto ambiental, como se hizo en la región de Tula, con el bulevar Luis Donaldo Colosio que destruyó un santuario de cactáceas en peligro de extinción", subrayó.

    De acuerdo con el dirigente campesino Rómulo Rivera Rodríguez, habitante de la región de la Biosfera del Cielo, en el municipio de Gómez Farías, la falta de apoyo de todos los órdenes de gobierno ha originado que algunos campesinos de la región hayan cambiado las actividades agrícolas o ganaderas.

    'Ahora se dedican a la captura de animales y aves de ornato, las cuales son adquiridas por traficantes de especies', agregó.

    Destacó que "esta actividad ha crecido en los últimos cinco años, y la mayor demanda la tienen los loros cabeza amarilla y roja, que son pagados por los traficantes entre 200 y 250 pesos, pero vendidos fuera del país hasta en dos mil dólares, sobre todo los primeros".

    Precisó que otra especie bien cotizada por los traficantes ilegales es el halcón cola roja, por el que pagan a los campesinos 300 pesos, pero igual les compran las tarántulas en 15 pesos y las víboras de cascabel en 100.

    Rivera Rodríguez comentó que las personas que trafican con estos animales no son originarias de Tamaulipas, ya que en su mayoría provienen de los estados de Veracruz y San Luis Potosí.

    Por su parte, el presidente del grupo "Vivero" delejido San Juan de Oriente, de Jaumave, Argimio Tudón Bernal, comentó que desde hace varios años han denunciado a las autoridades cómo grupos de extranjeros provenientes de Japón, Corea, Alemania y Francia se dedican al saqueo de cactáceas en esa región semiárida, sin que nadie haga algo para frenar la ilegal actividad.

    Manifestó que mientras los extranjeros vienen y extraen ilegalmente esos recursos naturales, a los campesinos de su comunidad no les permiten comercializar su producción de cactáceas.

    Comentó que actualmente en el vivero de esa comunidad cuentan con una producción de más de 11 mil cactáceas que han logrado reproducir pero que no pueden vender debido a que inspectores de la Profepa se los prohibieron debido a que no les ha llegado el permiso para explotar esos recursos.

    "Tenemos permiso de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para producir las cactáceas en el vivero, pero la Procuraduría Federal de Protección al Ambente (Profepa) no nos deja vender estas plantas", se quejó Tudón.

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