Cónsul Bello reveló datos confidenciales vía e-mail

Nacional
/ 27 marzo 2016

Proporcionó información confidencial a uno de sus socios con respecto a connacionales presos que enfrentan juicio en Estados Unidos, lo que representa una violación a la ley.

MÉXICO.- El cónsul Carlos Bello Roch aprovechó la información que obtenía como titular del consulado en Denver, Colorado, para informar a uno de sus socios mexicanos de los connacionales que están presos y sujetos a proceso penal en Estados Unidos, lo que representa una violación a la Ley del Servicio Exterior Mexicano, que obliga al sigilo de todos sus diplomáticos.

A través de su cuenta de correo institucional, que lo identifica como cónsul general de México en Denver, Bello Roch envió a su socio comercial una lista con nombres y apellidos de 11 mexicanos detenidos en el estado de Colorado, información que por ley sólo puede proporcionar a sus superiores en la Cancillería o a las familias de los propios procesados.

El correo electrónico está fechado el día 22 de mayo de 2015 y lo envió a las 10:37 horas. Cuenta con el escudo de la Cancillería, de acuerdo con una copia de la comunicación obtenida por El Universal.

Tanto en la cabeza del correo como en el documento adjunto se reconoce que la información enviada por el diplomático a su socio comercial es confidencial, lo que contraviene las obligaciones del cónsul Carlos Bello, puesto que en el artículo 42 de la Ley del Servicio Exterior Mexicano se advierte que los diplomáticos “deberán guardar discreción absoluta acerca de los asuntos que conozcan con motivo de su desempeño oficial.

“CONFIDENCIAL. Te acompaño el listado de connacionales detenidos hasta el momento. Saludos”, advierte el mensaje que adjunta un archivo de Word. En ese procesador de textos se repite la leyenda “CONFIDENCIAL” y se agregan una lista de 11 “connacionales detenidos con cargos estatales”.

De acreditarse una violación al sigilo de sus actividades consulares, Carlos Bello Roch podría enfrentar a una sanción administrativa por parte de la propia Cancillería, según lo dispone el artículo 58 de la Ley del Servicio Exterior Mexicano.

El cónsul Carlos Bello es investigado por la SRE por utilizar su cargo para promover una organización “no lucrativa”, denominada Foro Vail, que cobraba cuotas de hasta 6 mil dólares a cada uno de sus socios y por contactar al despacho de su hijo con empresas extranjeras; dicho organismo fue inscrito a nombre del propio diplomático, según el registro público de Colorado.

Se le indaga por el uso de su correo electrónico institucional para ofrecer a su hijo Carlos Bello Hernández el contacto con una empresa militar estadounidense que buscaba invertir en México, con el propósito de que la firma legal de su vástago apoyara sus gestiones en nuestro país.

El despacho del hijo del cónsul es Bello, Gallardo, Bonequi y García (BGBG) y según la cadena Telemundo, Bello Roch tiene una participación accionaria de 20%, aunque él lo negó a la televisora.

El Órgano Interno de Control de la SRE investiga, además, denuncias por discriminación y acoso laboral que empleados de la sede diplomática ubicada en Denver han presentado.

 

Un diplomático en líos

 9 de enero:  Se dio a conocer un posible conflicto de interés de Carlos Bello por creación del Foro Vail, organización no lucrativa registrada a su nombre y no de la Cancillería.

12 de febrero:  Se informó  que conocer que el cónsul en Denver había sido sancionado en 2001 por violar la normatividad presupuestal cuando era funcionario de Bancomext.

13 de febrero.  Se reveló que el diplomático facilitaba los negocios de su hijo aprovechando los asuntos que llegaban al Consulado de Denver.

15 de febrero. La Secretaría de la Función Pública da a conocer que inició una investigación para determinar si el cónsul Bello incurrió en alguna irregularidad en el desempeño de su cargo.

28 de marzo.  Se hizo público que el cónsul proporcionó información confidencial a uno de sus socios con respecto a connacionales presos que enfrentan juicio en Estados Unidos, lo que representa una violación a la ley.

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