Curiosos ingresan sin restricción a la casa Peña Coss
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Hoy, el inmueble, ubicado en el número 2909 de la calle Montecasino, en Cumbres quinto sector, luce en abandono y se ha convertido en atractivo de los curiosos que, sin restricción, ingresan al lugar de la tragedia
Monterrey, Nuevo León.- Hace 15 años, el crimen de los hermanitos Peña-Coss estrujó a México entero, el atroz asesinato perpetrado por Diego Santoy Riveroll colocó en el panorama nacional no solo a la familia de la astrologa Teresa Coss, sino también a la residencia en donde ocurrió el doble asesinato.
Hoy, el inmueble, ubicado en el número 2909 de la calle Montecasino, en Cumbres quinto sector, luce en abandono y se ha convertido en atractivo de los curiosos que, sin restricción, ingresan al lugar de la tragedia.
La madrugada del 2 de marzo, Santoy Riveroll, llegó al domicilio de su ex novia Érika para tratar de convencerla de que retomarán su relación sentimental.
Sin embargo, fuera de control, mató a los hermanitos de la joven: María Fernanda, de 3 años y Érick Azur, de 7.
A pesar de que siempre ha existido una polémica en torno a que Érika también tuvo participación en los hechos, eso fue descartado por las autoridades. Lo que sí se estableció es que la joven también fue atacada por Santoy Riveroll, quien huyó del lugar dejándola malherida.
En su huida, Diego salió de la residencia en un vehículo propiedad de Érika y se llevó como rehén a la empleada doméstica, Catalina Bautista, a quien posteriormente liberó.
Esa noche, en la casa también estaba Azura, la hermana mayor de Érika; sin embargo, ella se percató de todo lo que ocurrió hasta la mañana siguiente cuando arribó Linda Marentes, la asistente de su madre.
Después de darse a conocer los sangrientos sucesos, la casa enclavada en un exclusivo sector de Monterrey, se llenó de policías. A sus alrededores arribaron ávidos periodistas, que iban tras los detalles del doble asesinato.
Ahora en el abandono, el inmueble vuelve a estar a expensas de los curiosos y de los jóvenes que a través de redes sociales se lanzan “retos” para ver quien ingresa al sitio marcado por la tragedia.