Dan 33 años de prisión a cinco militares por tortura, homicidio e inhumación clandestina
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Los acusados y personal a su cargo también enfrentan cargos por desaparición forzada y homicidio de civiles durante la Operación Conjunta Chihuahua, que se inició en 2007 bajo la responsabilidad del general Felipe de Jesús Espitina, entonces comandante de la Quinta Zona Militar, con sede en la capital del estado.
Chihuahua, Chih.- El coronel del Ejército Mexicano Elfego José Luján Ruiz, ex comandante del 35 Batallón de Infantería en Nuevo Casas Grandes, y tres de sus subalternos fueron sentenciados a 33 años de prisión por tortura, homicidio e inhumación clandestina de dos hombres cuando se realizó la Operación Conjunta Chihuahua.
El juez cuarto de distrito, con sede en Ciudad Juárez, Gabriel Pacheco Reveles, emitió la sentencia contra el coronel y los militares subalternos: Everaldo Cludualdo Vega, Jorge Luis Calvario Abarca y Martín Jaime Juárez Reyes, bajo los mismos cargos.
Además, Marcelo Cruz Ramírez y Ramón Natividad Loya Romero, militares de bajo rango, fueron sentenciados a tres años y tres meses de prisión por el delito de tortura. Durante el proceso penal estuvieron presos en el campo militar 1-A del Distrito Federal.
A Luján Ruiz y sus subalternos se les siguió la causa penal 32/2013 por la detención ilegal, tortura, homicidio y secuestro de Jesús Alberto Campos Moreno y Jorge Alejandro Yáñez Moreno, el 18 de octubre de 2009. Sus cadáveres fueron localizados en un paraje del desierto ubicado entre Nuevo Casas Grandes y Ascensión.
Los acusados y personal a su cargo también enfrentan cargos por desaparición forzada y homicidio de civiles durante la Operación Conjunta Chihuahua, que se inició en 2007 bajo la responsabilidad del general Felipe de Jesús Espitina, entonces comandante de la Quinta Zona Militar, con sede en la capital del estado.
Asimismo, se les imputa la desaparición de José Ángel Alvarado Herrera, Nitizia Paola Alvarado Espinoza y Rocío Irene Alvarado Reyes, secuestrados por un grupo de militares en el ejido Benito Juárez, municipio de Buenaventura, el 29 de diciembre de 2009, en medio de la guerra contra el narcotráfico lanzada por Felipe Calderón.
De la misma forma, se les involucra en el caso de tortura y homicidio de los soldados Mario Alberto Guerrero León y Mario Alberto Peralta Rodríguez, detenidos para investigación por supuestos vínculos con el crimen organizado y posteriormente encontrados muertos.
